El río Carcarañá alcanzó un pico cercano a los 7,8 metros y en las últimas horas se estabilizó, iniciando un lento descenso que llevó alivio a la región: En la última actualización a las 15.20 de este lunes se registró 7.6 en el tablero de control. En Pueblo Andino no hubo evacuados ni viviendas anegadas, pero de manera preventiva se puso en marcha el Comité de Emergencia que articuló operaciones con Bomberos Voluntarios, personal comunal, la Guardia Urbana y Protección Civil de Santa Fe. En un activo minuto a minuto, consideran que “lo peor ya pasó” y llaman a estar atentos a la información oficial.

En diálogo con IRÉ, Joaquín Cabrera, jefe del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios de Pueblo Andino, describió el panorama: De acuerdo al registro que siguieron minuciosamente el caudal se mantuvo estable varias horas y, con el correr de este lunes, comenzó a descender, lo que permite proyectar una mejora paulatina del escenario hídrico.

“Queremos llevar tranquilidad a la gente del pueblo. En las últimas mediciones el río se mantuvo estable y no siguió creciendo. No fue necesario evacuar ni cortar el puente”, señaló Cabrera desde la pasarela sobre el Carcarañá, donde el cuartel realizó mediciones periódicas y patrullajes nocturnos en los barrios ribereños.

“Queremos llevar tranquilidad a la gente del pueblo. En las últimas mediciones el río se mantuvo estable y no siguió creciendo. No fue necesario evacuar ni cortar el puente”

Por su parte, el presidente comunal de Pueblo Andino, Leonardo Tempesta sumó: “Venimos monitoreando desde ayer de manera constante y activamos el Comité de Emergencia. Todo el esquema funcionó: Bomberos, Guardia Urbana, personal comunal y Protección Civil de la provincia. Con este pico, todo indica que ya se alcanzó el máximo y empieza la baja”, quien remarcó además que el riesgo mayor hubiera sido una descarga extraordinaria de los diques cordobeses, combinación que esta vez no ocurrió.

El protocolo local fija alerta a partir de los 7 metros, corte preventivo del puente si roza 8,5 metros y riesgo de ingreso de agua a viviendas cercano a 9 metros. Con el pico ya superado y sin nuevas lluvias fuertes en la cuenca inmediata, el flujo tiende a normalizarse. Durante la noche, los bomberos colaboraron con familias cercanas a la ribera para elevar muebles y resguardar bienes, sin necesidad de traslados.

Las autoridades insistieron en no acercarse a la costa para sacar fotos ni caminar sobre sectores anegados y recordar que cualquier novedad se comunicará por las redes oficiales del cuartel y la Comuna. “Si el puente se corta o surge una dificultad, lo vamos a publicar de inmediato. No se pongan en riesgo y no saturen las líneas de emergencia”, pidió Cabrera.

Con el sol reapareciendo y los equipos aún desplegados, la Comuna mantendrá el monitoreo durante la jornada y actualizará partes oficiales. El objetivo es conservar la prevención activa y evitar accidentes por imprudencia. “El trabajo coordinado dejó datos, confianza y organización. Seguimos atentos, pero el peor momento ya pasó”, cerró el presidente comunal.