Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), una enfermedad que sigue siendo la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en el mundo. En Santa Fe, los equipos de salud refuerzan la prevención, la capacitación y la atención en red para reducir los casos graves y las secuelas.

En los últimos años, los especialistas advierten un dato preocupante: Aumentan los casos en menores de 55 años. Factores como el estrés, el sedentarismo, la mala alimentación, la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol están detrás de este fenómeno, al que muchos profesionales ya califican como una “epidemia silenciosa“.

Desde el sistema de salud provincial se trabaja para fortalecer la atención en red, con protocolos unificados, capacitación y equipamiento en hospitales de referencia como el Centenario y el HECA, en Rosario, y el Cullen, en la capital santafesina. Estos centros cuentan con tecnología que permite realizar tratamientos de urgencia como la trombólisis y la trombectomía, que pueden revertir un ACV si se actúa a tiempo.

Los especialistas coinciden en que cada minuto cuenta: Ante síntomas como pérdida repentina de fuerza o sensibilidad en la cara, brazo o pierna, dificultad para hablar o entender, pérdida de visión o dolor de cabeza intenso, se debe llamar de inmediato al 107 o acudir al hospital más cercano.

Además de la atención médica, la prevención es fundamental. Mantener una vida activa, controlar la presión arterial, alimentarse de forma equilibrada y evitar el tabaquismo y el alcohol son las principales medidas para reducir el riesgo.

Este año, las actividades por el Día Mundial del ACV incluyen charlas informativas y una caminata abierta en Rosario, el domingo 9 de noviembre a las 09:00 horas, en la avenida de la Costa Estanislao López, entre Oroño y Alvear. La convocatoria es gratuita y abierta a toda la comunidad.