Una jornada que había comenzado con espíritu solidario y entusiasmo terminó en profunda tristeza. Alejandro Carrizo, un corredor de 42 años oriundo de Puerto General San Martín, murió tras descompensarse al llegar a la meta durante la maratón solidaria de Timbúes, realizada este viernes por la tarde noche.

El evento se desarrolló en el Parque Urbano con el objetivo de recaudar fondos para Tomás Molina, un niño de tres años diagnosticado con encefalopatía crónica evaluativa, una condición neurológica severa. La convocatoria había reunido a más de un centenar de participantes en las pruebas de caminata, running y mountain bike.

Según testigos, Carrizo se desplomó apenas cruzó la línea de llegada. Bomberos voluntarios le brindaron asistencia inmediata y, tras sufrir varios paros cardíacos, fue trasladado de urgencia al centro de salud local. Allí, los médicos continuaron con maniobras de reanimación durante más de 45 minutos, pero lamentablemente no lograron salvarle la vida.

En medio de la conmoción, la mamá de Tomi, Claudia Falcón, expresó su pesar:

“Estamos muy tristes. Le enviamos todas nuestras condolencias a sus familiares. Los acompañamos, nuestro más sentido pésame a la familia”.

Carrizo trabajaba como aceitero en el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA), desde donde también hicieron llegar sus condolencias a los seres queridos del deportista. “Acompañamos a la familia de nuestro compañero en este doloroso momento”, expresaron desde la entidad gremial.

En el lugar trabajaron personal de Bomberos Voluntarios de Timbúes, servicios de emergencia y agentes de la Guardia Urbana, que prestaron colaboración durante toda la jornada.