El Día del Locutor se celebra en Argentina cada 3 de julio en homenaje a una fecha clave para la historia de la radiodifusión nacional: la creación de la Sociedad Argentina de Locutores (SAL) en 1943. Esta institución surgió con el objetivo de organizar y profesionalizar el trabajo de los locutores, que ya ocupaban un rol fundamental en los medios de comunicación. Desde entonces, la jornada se transformó en una oportunidad para reconocer el valor de sus voces, que informan, entretienen y emocionan a diario.

La iniciativa nació de Jorge Homar Del Río, un piloto argentino aficionado a la radio, quien propuso la creación de un organismo que agrupara a los locutores del país. Su propuesta encontró eco entre destacados referentes del medio, y gracias al apoyo del editor Julio Korn, pudieron reunirse el 3 de julio de 1943 en su editorial ubicada sobre la avenida Corrientes. En ese encuentro fundacional estuvieron presentes figuras como Roberto Galán, Pedro Del Olmo y Pedro Valdez, entre otros.

Aquel día, un grupo de profesionales de la locución aprobó la creación de la SAL, dando así un paso histórico para el desarrollo del sector. Entre los presentes se destacaban nombres como Raúl Marmagno Cosentino, Eduardo Besnard, Carlos Fontana, Carlos Iglesias y Rodolfo López Ervilha. Todos coincidieron en la necesidad de organizar la actividad, defender los derechos laborales del gremio y contribuir a una radio más profesional y de mayor calidad.

Desde entonces, el 3 de julio se convirtió en una jornada para homenajear a los grandes nombres de la locución argentina, como Cacho Fontana, Magdalena Ruiz Guiñazú, Antonio Carrizo y muchas otras voces que marcaron generaciones. También es una oportunidad para visibilizar el trabajo cotidiano de miles de profesionales que siguen construyendo con su voz un vínculo cercano con la audiencia.