Rufino Conde, conocido artísticamente como El Islero, sigue consolidándose como uno de los referentes más importantes del chamamé en la región. Con más de 700 canciones a su haber, Conde logró capturar en su música la poética de los isleros, un patrimonio cultural inmaterial que remite a la conexión profunda entre las personas y el paisaje del río Paraná. En su más reciente lanzamiento, “Profecía del Chamamé”, el compositor aborda un tema cercano y emocional: la amistad, un lazo esencial que, según él, debe ser celebrado en todos los rincones del mundo.
La canción se lanzó el jueves en el marco de la previa del Día del Amigo, un homenaje a ese vínculo tan especial que une a las personas. La letra refleja, con su característico estilo poético, la importancia de cultivar relaciones auténticas y sinceras. Como siempre, la música de Conde va más allá de las palabras, transmitiendo emociones a través de melodías que evocan la vida cotidiana de los isleros y el paisaje del litoral argentino. El video que acompaña la canción muestra la majestuosidad de los paisajes litoraleños, logrando que muchos espectadores se sientan profundamente conectados con la naturaleza y la cultura de la región.
En la actualidad, Rufino Conde cuenta con tres discos publicados: “El Islero”, “Anidando en su querencia” y “Abrazo costero”. Cada uno de estos trabajos refleja su amor por la tierra, el río y sus tradiciones, con canciones que se pueden escuchar en diversas plataformas digitales y redes sociales. En su último lanzamiento, “Profecía del Chamamé”, se combina la profunda conexión de Rufino Conde con su entorno con una reflexión universal sobre la amistad y lo que significa compartir la vida con aquellos que están cerca.
Como bien dice Conde, “No se puede conservar lo que no se conoce. No se puede conservar lo que no se siente con el corazón.”, una filosofía que guía su trabajo como compositor y que, con cada nueva obra, sigue enriqueciendo el patrimonio cultural del litoral argentino.
Letra de “Profecía del chamamé”
El día que Dios me lleve que allá en el cielo haya un río
con verdes camalotales en el agua florecido
y vivir junto al remanso con un fogón encendido
y encontrarme con el alma quien fue mi mejor amigo,
Que haya guitarra y acordeón
y vino tinto del corazón
con los recuerdos de la poesía
volverá el tiempo de la canción
Amanecer pa seguir cantando
las melodías de un chamamé
si el tata Dios llegara por´ai
Que me estremezca su sapucai
Chamamé,
sos el alma que se embriaga
en el cauce de mi vino
tu viaje de peregrino
al cruzar por mi garganta
siente como se levanta
el vuelo de la guitarra
tu fuelle y voces cantan
deseo de la otra vida
encontrar a mis amigos
al medio de una bailanta
Quisiera dejarle al mundo
las coplas de mi garguero
y en bandadas de poesía
al verdor de los senderos
y volver de madrugada
cuando se asome el Lucero
pa´ que estalle la garganta
del mencho chamamecero
que haya guitarra y acordeón
y vino tinto del corazón
con los recuerdos de la poesía
volverá el tiempo de la canción
Amanecer pa seguir cantando
las melodías de un chamamé
si el tata Dios llegara por´ai
que me estremezca su sapucai