El Jardín Maternal es reconocido como parte del Nivel Inicial y como una institución educativa. Es quizás el primer contacto del niño por fuera de la familia. En la jornada de ayer, Fabrina dialogó en exclusiva con Alejandra Liceda, Directora del Jardín Maternal de la localidad de Oliveros. Alejandra es docente del Nivel Inicial y Estimuladora temprana. En su jardín aplica la Pedagogía Montessori, un método educativo diseñado en el siglo XIX por la educadora italiana María Montessori, que se caracteriza por poner énfasis en la actividad dirigida por el niño y la observación clínica por parte del profesor. A continuación parte de la jugosa entrevista.
El desafío para los papás debe ser encontrar qué es eso que al nene le gusta hacer, conocer con qué el niño tiene más afinidad.
Por supuesto y ya desde la Psicopedagogía se habla este último tiempo de Inteligencias múltiples, y tiene que ver con que todos aprendemos desde un costado diferentes, algunos desde la música, otros desde la técnica, otros aprenden y se desarrollan exponiendo y relatándoselo a otros. Y esto es algo que como papás y educadores debemos tener muy en cuenta y prestar atención, dónde está el foco de interés del niño.
Es un desafío para quiénes están del lado de ustedes empezar a forjar y dejar semillitas en cada uno de estos chicos que tienen intereses tan distintos.
Es maravilloso ver en nenes tan chiquitos tendencias e intereses especiales. El trabajo de la maestra jardinera o maternal es maravilloso porque observa estas tendencias y estos pequeños despertares de la curiosidad de cada uno. Si bien tenemos planificaciones y temas para desarrollar, siempre hay flexibilidad para seguir el interés del chico porque lo que intentamos es no que aprendan cosas rígidas y pautadas, si no, que puedan resolver la situación que se les va a presentar mañana o disfrutar la de hoy.
Imagino que cada niño responde distinto a partir de lo aprendido en casa.
Exacto. La primera educadora es la familia y todo lo que se transmite desde ahí es la ciencia exacta de cada uno. Nosotros tratamos de poner reglas, pautas que son las que rigen dentro del jardín. Sin embargo, siempre lo charlamos con la familia, lo acordamos, y en las reuniones les explicamos a lo papás cómo trabajamos. Para muchos el jardín es el primer contacto que los niños tienen fuera de casa y en el jardín ese “hacer lo que quieren” intentamos que tenga una guía. Hacemos lo que quieren todos. Las docentes evaluamos qué es lo mejor para cada grupo, porque cada años los grupos cambian, como cambia evidentemente la sociedad y por eso también el período de adaptación es importante, por más que sea un poco plomo para la familia, para el niño es fundamental.
¿Es cierto que los chicos son más activos ahora?
Para empezar creo que todos estamos más acelerados y esto conlleva una parte negativa y otra positiva. La parte negativa es que todos vivimos más ansiosos y más apurados. Sin embargo, lo positivo creo yo, es que estamos más atentos a ellos, los escuchamos más. Podemos ofrecerles más cosas que ellos puedan requerir para avanzar más rápido. Ya desde la neurociencia se habla de que la evolución del hombre es cada vez más rápida.
Sí, asombra como los niños usan la tecnología. Uno los ve con el dedito en la pantalla del celular, y eso ¡impresiona!
Sí, pero no hay que estimular de más el uso de la tecnología, porque no vamos a aprender más, que lo que aprendemos a partir del contacto con la naturaleza. Y en pueblos como el nuestro hay que aprovechar ese beneficio. La tecnología los atrapa, los tranquiliza, ellos están quietos, pero el problema es que no interactúan con nadie. En casos extremos observamos chicos que hablan con un lenguaje que no es propio o que por ejemplo no manifiestan sus sentimientos. El jardín maternal implica lo contrario, es buscar la forma de expresarnos, porque aunque sean chiquitos los nenes necesitan expresarse. El nene debe crecer con límites pero a su vez, debe encontrar quien lo contenga y los escuche.
Hablamos de los nenes pero creo que el mensaje es más para los padres, ¿no?
Y sí. Dentro del reino animal hay muchos que pueden valerse por sí mismos. Pero nosotros no, necesitamos de la familia, del entorno para contener, escuchar. Es importante que el adulto le de contención, protección al niño para que él pueda desarrollarse aún más. Hay un proverbio africano que dice que para criar a un niño hace falta una tribu, y es sabio porque de la mayor cantidad de gente que un niño pueda valerse más posibilidades existen de que pueda desarrollar su potencial.
¿Qué diferencia hay entre el niño escolarizado en edad temprana que aquel que espera hasta los 4 años para comenzar el jardín?
Se sabe, desde hace mucho que desde los 0 hasta los 6 años es la etapa donde el ser humano más puede aprender. Estamos preparados para absorber conocimientos y habilidades. No estimular esa etapa, es como perderla. Empezar el jardín a los 4 años no significa que el niño no pueda desarrollar todo eso, pero sí hay un tiempo que se malgastó, en cuanto a la socialización y a las cosas que ellos aprenden por experiencia propia.
¿Qué pasa cuando el adulto entra en querer darle mucha estimulación y les enseña muchas cosas a su hijo?
Siempre los adultos vamos atrás, es más rápido el avance de los niños que la adaptación del adulto al nene. Seguramente el nene a los 5 años sabe muchas cosas pero quizás se portal mal, entonces ahí hay que acompañarlos desde otro lado, en lo que se refiere a la socialización, porque puede ser que eso sea lo que le faltó. La conexión que se da con los chicos en el espacio del jardín cuando trabajan junos, es muy buena. Nunca está demás enseñarles, pero hay que respetar lo que el nene le interesa o le da curiosidad, porque de lo contrario, podemos agotarlo.
A veces nos comparamos lo que no hay en el pueblo con lo que sí hay en otros. Sin embargo, en el último tiempo yo observo un cambio en la comunidad, somos varios los que apostamos al pueblo y proponemos nuevas posibilidades. ¿Cómo observas esto y cuál fue el motor que te motivó a montar un jardín?
Uno siempre mira al objetivo máximo y quiere lo mejor. Quiero por ejemplo, que existan en el pueblo muchas actividades para los chicos. Pero para eso se necesita compromiso. Está muy bien tener una crítica con eso que no hay, de hecho, todos tenemos crítica, pero la crítica tiene mayor peso cuando uno se involucra e intenta dar eso que no hay y trabaja por eso. No somos muchos los que tenemos ganas de que haya cosas buenas, pero hay gente a la que le interesa la educación de sus hijos. Deberíamos tener una mirada más amplia que no sólo abarque a nuestros hijos, si no, a todos los hijos del pueblo. Se necesita un mayor compromiso y un unirnos para hacer algo en post de otros, eso sería lo ideal.
¿Cómo va a funcionar el jardín este año?
Las clases comienzan el 15 de marzo. Este año para el jardín va a ser diferente y vamos a trabajar tres días, martes, miércoles y jueves. Yo voy a estar los tres días y conmigo cada día va a estar alguien preparado en un saber especial. Un día habrá una psicopedagoga, Celina, con quien nos ocuparemos del tema de la palabra y de la expresión a través de lo gráfico. También estaremos con una profesora de violín, Mariana, y con ella daremos los mismo temas desde el lado de lo musical y otro día estará Ana y trabajaremos con la expresión corporal. Son tres miradas y creemos que cubriremos los aspectos importantes de este momento de crecimiento que es fundamental.
¿Hay algo más que quieras decir o qué te gustaría destacar?
Decir que quiénes vamos a estar a cargo de los chicos tenemos formación, trayectoria y un concepto que nos une que es el respeto a la individualidad de cada nene y de su familia y tratar de hacer este vínculo familiar que lo que intenta es colaborar en esta educación.