Ignacio Fernandez, jugador de Alba Argentina de Maciel, está viviendo un presente extraordinario. En 2024 jugó la final de la Liga Totorense, y en este 2025 es titular indiscutido. Todo con la camiseta del club de sus amores.
Sin embargo, el pasado no fue fácil. A pesar que el hoy volante del “tripero” recibió en 2019 maravillosa una noticia, como fue el nacimiento de su hijo Lorenzo, un año después, un accidente automovilístico le cambiaría la vida para siempre.
Según contó a los micrófonos de Deportivas Publicidad, estuvo una semana en coma y los médicos habían dicho que no iba a poder volver a caminar. “Eso me dolió porque tengo un hijo y no iba a poder hacer nada con él”, marcó el jugador.
De a poco reaccionó, comenzó a hablar y se recuperó, pero faltaba un paso importante para volver a tener la vida que quería, y era la rehabilitación. El primer mes fue en su casa, con una cama ortopédica, luego pasó al sillón de ruedas, para posteriormente necesitar un andador y muletas. “Todos los días iba a rehabilitación, pero la noticia de no poder volver a jugar al fútbol fue lo más triste para él“, contaba su padre.
Ya con el alta médica para trabajar y volver a sus actividades, visitó a otro profesional que le dio una respuesta alentadora: “Flaco, jugá”. A partir de eso Nacho volvió al fútbol, y en su debut en reserva marcó un gol, llenando de emoción a su familia.
“Quedaba en mí, creer en mí, pelearla. Tratar de poder volver a hacer lo que más me gusta, que es jugar al fútbol. Fue duro, fue dificil, pero se puede. Si uno quiere, se puede” decía Nacho luego del partido que Alba Argentina le ganó 3 a 2 a Defensores de Andino por la fecha 9.
“Quedaba en mí, creer en mí, pelearla. Tratar de poder volver a hacer lo que más me gusta, que es jugar al fútbol. Fue duro, fue dificil, pero se puede. Si uno quiere, se puede”
Hoy no solo juega en la 1ra de Alba, sino que también trabaja con las infantiles del club. “Me paso desde las 18:00 hasta las 23:00 acá adentro… es mi casa”, cerró.