En la madrugada del pasado 3 de diciembre, un hecho tan sorprendente como inusual quedó registrado en las cámaras de seguridad de la Parroquia Nuestra Señora de Luján. Una persona ingresó al hall del templo y, sin dudarlo, se llevó el arbolito de Navidad que estaba colocado en la entrada para recibir a los fieles.

El episodio generó indignación entre los vecinos y la comunidad parroquial, que no salía de su asombro ante el insólito robo. Las imágenes comenzaron a circular rápidamente y el hecho se convirtió en tema de conversación en el barrio.

Sin embargo, la respuesta solidaria no tardó en llegar. A pocas horas del robo, una persona decidió donar un nuevo árbol navideño con todos los adornos necesarios, y un matrimonio de la comunidad comenzó a trabajar en la construcción de un esqueleto similar para que los chicos de Catequesis puedan decorarlo junto a los vecinos.

Lo que comenzó como un episodio triste terminó convirtiéndose en una muestra de unión y empatía. En medio del desconcierto, un gesto solidario logró iluminar el día y reforzar el espíritu comunitario que caracteriza a Fray Luis Beltrán.