Este jueves, el Ministerio Público de la Acusación autorizó la cremación de los restos de Alejandra Marina “Locomotora” Oliveras, luego de que la decisión se demorara debido a una denuncia presentada por un fisicoculturista mendocino, Aldo Parodi. El hombre solicitaba que se realizara una autopsia para esclarecer lo que consideraba una “muerte dudosa” de la exfisicoculturista. Según su denuncia, Oliveras podría haber fallecido debido a sustancias peligrosas relacionadas con el mundo del fisicoculturismo, un campo sin regulación ni control adecuado.

El fiscal Ignacio Orio, quien estuvo a cargo de la investigación, resolvió este jueves permitir la cremación del cuerpo tras evaluar las circunstancias del caso y determinar que no existían pruebas suficientes para realizar una autopsia. La solicitud de Parodi se basaba en la sospecha de que la muerte de Oliveras podría haber sido producto de daños causados por sustancias no controladas, algo que, según su denuncia, es frecuente en el ámbito del fisicoculturismo.

Parodi, a través de su abogada Patricia Noemí Apesteguy, argumentó que en el mundo del fisicoculturismo existen “mafias” que manipulan a los deportistas al ofrecerles sustancias sin supervisión médica. Según el relato de Parodi, estas sustancias podrían haber tenido efectos dañinos en la salud de Oliveras, lo que justificaba su petición de una autopsia para obtener más detalles sobre las causas de su fallecimiento.

Finalmente, después de la revisión judicial, el fiscal Orio determinó que no era necesario proceder con la autopsia, validando el diagnóstico médico que indicaba que Oliveras había muerto a causa de un ACV isquémico sufrido dos semanas antes de su fallecimiento. La familia de “Locomotora” Oliveras podrá ahora proceder con los trámites para la cremación de su cuerpo, cerrando así una polémica que había causado gran revuelo tanto en la comunidad deportiva como en la justicia.