Irán decidió suspender la implementación de una polémica ley que establecía penas más duras para las mujeres que no utilizaran el hiyab en público. La medida fue paralizada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, que notificó por escrito que “la ley del hiyab no se promulgará por el momento”. Esta decisión, anunciada por el presidente del Parlamento, Mohamed Bagher Ghalibaf, frena un proyecto impulsado en 2023 por sectores ultraconservadores del Legislativo iraní.
“La ley del hiyab no se promulgará por el momento”
La norma, que ya había sido aprobada por el Parlamento, contemplaba castigos como fuertes multas, exclusión de servicios públicos y hasta penas de prisión para reincidentes. Su entrada en vigencia había sido rechazada por sectores reformistas del gobierno, incluyendo al presidente Masoud Pezeshkian, quien consideró que el texto era ambiguo y debía ser revisado. La presión social y las protestas también fueron clave para frenar su aplicación.
Por su parte, el Parlamento había insistido en su aplicación incondicional para defender los valores islámicos frente a lo que consideran una “invasión cultural de Occidente”.
La resistencia social al uso obligatorio del hiyab se intensificó en Irán luego de la muerte de Mahsa Amini en el otoño de 2022. La joven kurda iraní perdió la vida tras sufrir lesiones mientras estaba detenida por la Policía de la Moral, que la había arrestado por no llevar correctamente el velo islámico.
Como reacción a la noticia, la activista francesa Henda Ayari se quitó el velo en vivo durante el programa televisivo “Salut les Terriens”, en lo que describió como un gesto de liberación. Ayari, que vivió bajo normas religiosas estrictas impuestas por su exesposo y el salafismo.
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