El Vaticano vivió hoy un momento histórico: la tradicional fumata blanca emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que los cardenales reunidos en cónclave alcanzaron un acuerdo y eligieron al nuevo Papa. 

El nuevo Sumo Pontífice, cuyo nombre será revelado oficialmente en los próximos minutos, sucede en el cargo al Papa anterior tras su renuncia o fallecimiento, dependiendo del contexto. Como es tradición, se dirigirá a los fieles con sus primeras palabras como jefe de la Iglesia Católica, en un discurso que será seguido en todo el mundo.

Miles de personas congregadas en la Plaza San Pedro estallaron en aplausos y emoción al ver la señal blanca en el cielo romano. Campanas repicaron en iglesias de todo el mundo, marcando el inicio de un nuevo capítulo en el Vaticano.

Se espera que en las próximas horas se conozcan más detalles sobre la identidad del nuevo Papa, su trayectoria dentro de la Iglesia y el nombre pontificio que eligió. La atención mundial está puesta ahora en sus primeras decisiones y el tono que marcará su pontificado.

Esta elección abre una nueva etapa para los católicos del mundo, con expectativas renovadas sobre el futuro de la Iglesia en temas clave como la paz, la justicia social y el diálogo interreligioso.