El 27 de septiembre, fecha en que se conmemora el Día Mundial del Turismo, se recuerda la aprobación de los Estatutos de la OMT en 1970. Desde entonces, esta jornada busca reflexionar sobre la importancia de una industria que, aunque afectada por las circunstancias globales, tiene un enorme potencial para reactivar economías locales y fomentar la inclusión social. Este año, la consigna “Turismo para un crecimiento inclusivo” cobra relevancia, dado que el turismo, más que nunca, se presenta como una herramienta clave para la recuperación económica, pero también para distribuir los beneficios de manera equitativa entre las comunidades.
La pandemia de COVID-19 trastocó profundamente el turismo mundial. Según datos de las Naciones Unidas, entre enero y mayo de 2021, las llegadas de turistas internacionales fueron un 85% inferiores a las de 2019. Las restricciones a los viajes internacionales, las nuevas variantes del virus y los cierres de fronteras han golpeado particularmente a los destinos turísticos dependientes de visitantes extranjeros. Este panorama ha llevado a la Organización Mundial del Turismo a prever que la recuperación en el corto plazo será liderada por el turismo interno, especialmente en países como Argentina, donde se prevé que los viajeros locales reactivarán la demanda de servicios turísticos de proximidad.
En este contexto, el turismo local se perfila como una estrategia efectiva para acelerar la reactivación de la industria. No solo contribuye a revitalizar las economías regionales, sino que también permite a las comunidades rurales aprovechar sus recursos y atractivos de una manera más accesible y sostenible. La OMT señala que, con una gestión adecuada, el turismo interno puede generar un impacto positivo en sectores que tradicionalmente han quedado al margen de los beneficios del turismo internacional, como las pequeñas localidades rurales.
En Argentina, el gobierno comenzó a implementar una serie de medidas para flexibilizar las restricciones de movilidad y fomentar tanto el turismo local como el internacional. Entre las principales iniciativas anunciadas por el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, se destaca la apertura de corredores seguros, el levantamiento de la cuarentena para algunos turistas y la autorización de viajes para jubilados, estudiantes y egresados, siempre bajo estrictos protocolos sanitarios. Con la flexibilización progresiva, que comenzará a aplicarse el 1 de octubre, se espera una recuperación gradual de los flujos turísticos internacionales.
Para lograr una reactivación efectiva, las medidas no solo se centran en la apertura de fronteras, sino también en garantizar que los turistas que lleguen al país cumplan con los requisitos sanitarios necesarios, como la presentación de un esquema de vacunación completo y pruebas de PCR. Este enfoque cauteloso busca evitar retrocesos en los avances de la pandemia mientras se impulsa la recuperación económica. Además, se contempla la posibilidad de levantar las restricciones y cupos a medida que la tasa de vacunación alcance el 50% de la población, lo que facilitaría el ingreso de turistas de todas partes del mundo.
Este Día Mundial del Turismo no solo es una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que enfrentó el sector, sino también para reconocer el papel fundamental del turismo en la reconstrucción de las economías locales. En un futuro próximo, el turismo local podría convertirse en el motor que impulse el desarrollo inclusivo y equitativo de muchas comunidades en Argentina y en el mundo, generando empleo, promoviendo el respeto por el patrimonio cultural y natural, y mejorando la calidad de vida de los residentes.