El Día Internacional del Vegetarianismo nació en 1977 de la mano de la Sociedad Vegetariana de Estados Unidos, y al año siguiente fue adoptado por la Unión Vegetariana Internacional, que le otorgó alcance global. La fecha busca promover un estilo de vida más equilibrado y sustentable, poniendo el foco no solo en los beneficios para la salud, sino también en la reducción del sufrimiento animal.
En Argentina, el vegetarianismo muestra un crecimiento sostenido. Según un relevamiento de la Unión Vegana Argentina, en 2020 el 12% de la población se identificaba como vegetariana o vegana, lo que significó un incremento del 3% en relación con el año anterior. Además, otro 12% se reconoció como flexitariano, es decir, personas que reducen considerablemente su consumo de carne sin eliminarlo por completo.
A nivel mundial, las cifras son más difíciles de precisar. Distintas estimaciones sitúan entre un 2% y un 5% a la población global vegetariana. India aparece como el país líder, con un 31% de habitantes que no consumen carne, seguido por Suiza (14%), Israel (13%), Taiwán (12%) y Alemania (10%). Estos números evidencian un fenómeno cultural que atraviesa fronteras y que responde tanto a convicciones personales como a razones médicas y ambientales.
El futuro proyecta un cambio aún más significativo. Investigaciones de la Universidad de Oxford señalan que, si para 2050 toda la humanidad adoptara una dieta vegetariana, podrían evitarse alrededor de siete millones de muertes anuales vinculadas a enfermedades alimentarias. Asimismo, la disminución en la producción de carne reduciría de manera notable las emisiones contaminantes, generando un impacto positivo en la salud pública y en el medioambiente.