El origen de esta conmemoración se remonta a 1998, cuando los activistas Wendy Curry, Michael Page y Gigi Raven Wilbur decidieron crear una fecha especial para la comunidad bisexual. La primera celebración oficial tuvo lugar al año siguiente, en 1999, durante la Conferencia Internacional de la Asociación Gay y Lesbiana en Johannesburgo, Sudáfrica, y en la ciudad estadounidense de Boston, Massachusetts. Desde entonces, la fecha se sostiene cada 23 de septiembre en distintas partes del mundo.
Los impulsores de la jornada tenían un objetivo claro: reconocer a las personas bisexuales como una comunidad propia, con identidad, referentes y símbolos, más allá de ser “el hermano menor del movimiento gay”, como recordó Curry en una entrevista años más tarde. Ese deseo de independencia también se tradujo en la creación de la bandera del orgullo bisexual, diseñada por Page, y en la labor militante de los tres activistas.
La elección de septiembre como mes no fue casual. Según explicaron, el calendario ofrecía tiempo de planificación, coincidía con el cumpleaños de Freddie Mercury —ícono de la comunidad bi— y también con la fecha de nacimiento de Gigi Raven. A esto se sumaba la conexión con la tradición pagana del equinoccio, una celebración vinculada al cambio de estaciones y a la idea de equilibrio, concepto que también dialoga con la identidad bisexual.
En Estados Unidos, la fecha fue bautizada como Celebrate Bisexuality Day (Día de la Celebración Bisexual). Curry detalló que prefirieron esa denominación antes que “Día del Orgullo Bisexual” para evitar quedar bajo la sombra del movimiento gay. La intención fue clara: generar un día festivo y positivo, que trascienda el activismo y que se centre en la alegría de reconocerse como parte de una comunidad diversa.
Hoy, más de dos décadas después, el Día Internacional de la Bisexualidad se consolidó como un espacio de visibilización y reivindicación. Su celebración busca no solo reconocer la existencia de millones de personas en todo el mundo que se sienten atraídas por más de un género, sino también derribar prejuicios, estigmas y la invisibilización que todavía persisten en torno a esta orientación sexual.