El Día del Petróleo recuerda el momento en que este recurso natural fue hallado por primera vez en el suelo argentino, marcando un antes y un después en la historia productiva nacional. El descubrimiento no solo permitió consolidar una nueva matriz energética, sino que también sentó las bases para la creación de una de las empresas más emblemáticas del país y para el crecimiento sostenido de numerosas regiones.
El proceso que llevó a este acontecimiento comenzó a principios del siglo XX, cuando la Dirección de Minas, Geología e Hidrología de la Nación encomendó la búsqueda de agua en Comodoro Rivadavia, por entonces una pequeña localidad de la provincia de Chubut. Tras una perforación inicial sin resultados, en 1907 el ingeniero Julio Krause retomó los trabajos con un nuevo equipo traído de Alemania y un reducido grupo de operarios, profundizando las excavaciones más allá de los límites habituales de la época.
El 12 de diciembre de ese año, a más de 500 metros de profundidad, comenzó a brotar un líquido aceitoso y de fuerte olor, similar al kerosene. Al día siguiente, al alcanzar los 540 metros, la sustancia se volvió aún más viscosa, lo que llevó a notificar de inmediato a las autoridades en Buenos Aires. Tras la verificación correspondiente, se confirmó la presencia de hidrocarburos, dando origen al primer yacimiento petrolífero del país y transformando definitivamente el destino de la región.
A partir de este hallazgo, Comodoro Rivadavia se consolidó como un polo de desarrollo industrial y se impulsaron nuevas exploraciones en otras provincias, como Neuquén. En 1922, quince años después, el presidente Hipólito Yrigoyen fundó Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), bajo la conducción de Enrique Mosconi, inaugurando una etapa clave para la soberanía energética, la generación de empleo y el crecimiento económico nacional. El Día del Petróleo honra, así, a quienes protagonizaron un descubrimiento que dejó una huella indeleble en la historia argentina.

