El 9 de octubre se celebra en Argentina el Día Nacional del Guardaparque, instituido por la Ley N° 12.103 en 1934, en homenaje a quienes protegen los ecosistemas y la vida silvestre en todo el país. Desde los bosques patagónicos hasta las selvas misioneras, pasando por el litoral y las costas atlánticas, estos profesionales se encargan de resguardar el patrimonio natural y cultural de la Nación. Son los ojos y las manos del Estado en territorios donde la naturaleza marca su propio ritmo.
El Cuerpo de Guardaparques Nacionales nació en 1928 con los primeros siete designados en el entonces Parque Nacional del Sur, y con el paso de las décadas se transformó en una institución reconocida por su compromiso ambiental. Más allá de la vigilancia, su tarea incluye educación ambiental, control de actividades humanas, prevención de incendios y acompañamiento a los visitantes. Son también quienes conviven con los riesgos de territorios inhóspitos, defendiendo con vocación y coraje la vida silvestre.
En la región, el Parque Nacional Islas de Santa Fe, ubicado frente a Puerto Gaboto, es uno de los escenarios donde esta labor cobra vida. Allí, los guardaparques trabajan entre cursos de agua, lagunas y pastizales, cuidando la flora y fauna del humedal y garantizando que las actividades humanas se desarrollen sin dañar el equilibrio del ecosistema. Este parque, creado para conservar un fragmento del delta del Paraná, se convirtió en un refugio de especies nativas y en un espacio educativo y turístico de enorme valor para toda la zona.
El trabajo en el Parque Nacional Islas de Santa Fe no es sencillo: las crecidas del río, la pesca indiscriminada o los incendios intencionales ponen a prueba cada día la capacidad y entrega del cuerpo de guardaparques. Sin embargo, su presencia constante y su vínculo con las comunidades locales de Gaboto, Maciel, Monje y alrededores hacen posible que la protección ambiental se combine con la participación ciudadana, generando conciencia sobre la importancia de cuidar lo propio.
Hoy, en el Día del Guardaparque, se celebra a quienes dedican su vida a proteger la naturaleza en todos los rincones del país. En cada sendero, isla o ribera del Paraná, su tarea silenciosa se traduce en aire limpio, agua pura y biodiversidad para las futuras generaciones. Su compromiso es una promesa viva con la tierra: la de custodiar, con respeto y pasión, el patrimonio natural que nos pertenece a todos.