El Día del Diseñador Gráfico en Argentina se conmemora cada 24 de octubre para reconocer el trabajo de los profesionales que dan forma a la comunicación visual en todas sus expresiones. Esta disciplina abarca desde el diseño editorial hasta la identidad de marca, pasando por la publicidad, los envases y la cartelería urbana. Con el avance de la tecnología y las redes sociales, el campo del diseño se amplió notablemente, incorporando nuevos lenguajes y herramientas digitales.

La fecha no fue elegida al azar. El 24 de octubre de 1966 se graduó en la Universidad Nacional de Cuyo Haydée Strittmatter, la primera diseñadora gráfica del país. Una década más tarde, se estableció oficialmente esta jornada en su honor, como una forma de visibilizar la carrera y promover su enseñanza en distintas instituciones académicas. Desde entonces, la efeméride se convirtió en un símbolo del crecimiento y la consolidación del diseño argentino como una profesión clave dentro de la industria cultural y creativa.

El diseño gráfico nacional se distingue por su capacidad de expresar identidad, ingenio y sentido estético. Los profesionales del área construyeron piezas que forman parte del imaginario colectivo: desde logos de empresas emblemáticas hasta afiches de películas que marcaron generaciones. Su aporte va mucho más allá de lo visual: comunica valores, emociones y tradiciones propias de la sociedad argentina.

Entre los diseños más recordados se encuentran el logo del Mundial 78, creado por Ronald Shakespear; la publicidad del analgésico Geniol, de los años 30; el clásico logo de YPF; y la reciente pieza “Dibujá una estrella” de Adidas, inspirada en la atajada de “Dibu” Martínez en la final de Qatar 2022. También destacan el escudo de la Selección Argentina, el sello de la UBA, el afiche de “Esperando la Carroza”, el logo de Mercado Libre, el empaque de Bon o Bon y el Gauchito del Mundial 78, diseñado por el estudio de Manuel García Ferré.

Estas obras no solo representan hitos del diseño local, sino que también reflejan la creatividad, el compromiso y la identidad visual del país. En cada trazo, color y tipografía, el diseño argentino continúa contando historias y acompañando la vida cotidiana de millones de personas.