El 13 de septiembre no es un día cualquiera para los amantes del chocolate. Desde 1995, se conmemora el Día Internacional del Chocolate en honor al escritor británico Roald Dahl, autor de Charlie y la fábrica de chocolate, publicado en 1964 y convertido en un clásico de la literatura infantil. La fecha coincide además con el nacimiento de Milton S. Hershey, fundador de la reconocida compañía de chocolates que lleva su apellido, lo que refuerza aún más el simbolismo de la jornada.

Aunque esta celebración nace de un homenaje cultural, detrás del chocolate existe toda una estructura productiva que sostiene su popularidad. El cacao, materia prima fundamental, proviene en su mayoría de países africanos y latinoamericanos. Entre 2019 y 2020, Costa de Marfil lideró la producción mundial con más de 2 millones de toneladas de granos, seguido por Ghana, Ecuador y Camerún. Sin embargo, los principales productores de granos no son los mismos que encabezan la elaboración de chocolate industrializado.

Según un informe de Traders Studio, Estados Unidos, Alemania, Suiza y Bélgica dominan la producción de chocolate terminado. Estados Unidos concentra cerca del 30% de la fabricación mundial y supera los 20 mil millones de dólares en ventas minoristas anuales. En Europa, Alemania y Suiza también destacan, con ingresos de 10 mil y 14 mil millones respectivamente, consolidando al continente como un polo clave en el mercado global.

Más allá de cifras y estadísticas, el Día Internacional del Chocolate invita a celebrar con un gusto compartido en todo el mundo. Ya sea disfrutando una tableta, una taza caliente o recordando las páginas de Roald Dahl, esta jornada combina historia, cultura y placer gastronómico en torno a uno de los sabores más universales.