El 30 de diciembre de 2004, el boliche República Cromañón, ubicado en el barrio porteño de Balvanera, se convirtió en el escenario de la mayor tragedia no natural de la historia de Argentina. Durante un recital de la banda Callejeros, una bengala lanzada por un espectador encendió una media sombra en el techo, lo que desató un incendio devastador. El fuego se propagó rápidamente, liberando humo tóxico que contenía monóxido de carbono y ácido cianhídrico, dos gases letales. La tragedia dejó 194 muertos y más de 1.400 heridos.
El desastre fue el resultado de una cadena de negligencias y falencias en las medidas de seguridad del local. República Cromañón tenía una capacidad habilitada para 1.031 personas, pero esa noche había más de 3.500 asistentes. Además, los planos del lugar presentados a las autoridades no coincidían con la verdadera estructura del boliche. Las puertas de emergencia estaban bloqueadas, no había un plan de evacuación adecuado, y los sistemas de seguridad, como los extintores, no funcionaban. Estas irregularidades fueron clave para que la tragedia se desatara en un ambiente de caos y desesperación.
El pánico se apoderó de los asistentes, muchos de los cuales intentaron escapar del lugar. Sin embargo, la única salida disponible estaba congestionada y muchos murieron aplastados por la multitud o asfixiados por los gases tóxicos. A lo largo de los días siguientes, se conocieron historias desgarradoras de personas que fallecieron intentando rescatar a quienes aún permanecían dentro del boliche. La magnitud de la tragedia dejó una herida profunda en la sociedad argentina, que todavía recuerda a las víctimas y a sus familias.
A raíz de lo sucedido, se inició un juicio judicial que implicó a 15 personas, entre ellas los responsables del local, los dueños Rafael Levy y Omar Chabán, músicos de Callejeros, así como funcionarios y policías que habían aprobado las habilitaciones del boliche. Tras años de litigios, los acusados fueron condenados a diversas penas por homicidio culposo y otros cargos relacionados con la negligencia que permitió la tragedia.