El pasado lunes 26 de septiembre, Analía Amaya, de Serodino, recibió una notificación en la que se le comunicaba que a los cuatro días sería desalojada de su vivienda, por orden de la Justicia. Amaya, de 37 años vive con sus tres hijos y tres nietos, de uno y tres años de edad, hijos de la nena mayor y un bebé de ocho meses, hijo del varón, de 22 años. También, su nuera, una adolescente de 17 años.

El viernes, las fuerzas se presentaron en la vivienda ubicada en calle Corrientes al 300, en Serodino. La familia resistió y el desalojo no se ejecutó. Sin embargo, notificaron que mañana “vendrán con todo”.

Quién reclama la vivienda, es el ex marido de la madre de Analía Amaya. “El juicio comenzó hace 10 años más o menos. Yo nunca me opuse, incluso, me busqué un abogado siendo que soy una persona de bajos recursos. De 20 audiencias que convocó la Jueza, sólo tuve conocimiento de 3. La casa era un terreno baldío que estaba a nombre de mi mamá y de su ex marido. Él reclama todo”, relató Amaya parte de la historia con un tono de voz triste.

Y continuó: “Era una sola pieza de 4 x 3,5 metros. “De a poco fuimos construyéndola y levantamos más piezas. Mis hijos pasaron hambre. Yo no usurpé esta casa, ni le robé a nadie. Si me llegan a sacar de acá, realmente no tengo dónde ir”, expresó. “El ex marido de mi madre pide el desalojo. Yo no entiendo por qué no pide sólo su parte y yo sigo en la mía. Él quiere todo y no quiere arreglar; directamente nos quiere sacar de acá”.

Según detalló Amaya, el terreno donde se ubica la vivienda tiene dos ingresos, por lo que podría dividirse sin inconvenientes. “La justicia tomó una decisión en contra nuestro, pero yo le diría a la Jueza que se ponga una mano en el corazón y escuche la verdad. Me están sacando de un lugar que es de mi mamá y mío, que fuimos levantando de a poco”.

Luego de agradecer a los vecinos de la localidad que se mostraron solidarios y a la presidente de la Comuna por brindarle “una mano como persona y no como política”, Amaya sostuvo que en la Comuna local notificaron que mañana, 4 de octubre, procederán las fuerzas a desalojar la vivienda y que llegarán al lugar “con todo”. La mujer, madre de tres hijos, separada del padre de los chicos se pregunta qué será ese “todo” y pide a Dios que los reguarde.