Lo que comenzó como una simple escapada para recibir el Año Nuevo, con el paso del tiempo se transformó en una tradición familiar que ya lleva 27 años. La historia fue compartida con IRÉ por Lilian Velázquez, nuera de Juan Carlos “Carli” Escalante y Silvia, y esposa del hijo mayor del matrimonio.

La familia, oriunda de Serodino, inició esta costumbre hace más de 25 años eligiendo La Boca de Monje como el lugar para despedir un año y darle la bienvenida al siguiente, siempre juntos.

En los primeros encuentros eran apenas ocho personas. Hoy, esa misma reunión familiar convoca a 36 integrantes, entre hijos, nueras, yernos, nietos y bisnietos. Carli y Silvia tienen cuatro hijos (tres varones y una mujer), todos con sus propias familias.

Con el paso del tiempo, la familia siguió creciendo: Actualmente cuentan con 14 nietos, algunos ya en pareja, y tres bisnietos, que también forman parte de este ritual tan especial. Los más chicos esperan cada año este encuentro, que ya forma parte de su historia familiar.

La forma de alojamiento fue variando a lo largo de los años: Carpas, casillas y casas alquiladas, pero siempre manteniendo el mismo espíritu. “Es un lugar hermoso y muy especial”, contó Lilian a IRÉ, y remarcó que lo más importante es recibir el Año Nuevo en familia, como lo hacen desde hace casi tres décadas.

En tiempos donde no siempre es común sostener estas costumbres, la historia de la familia Escalante refleja el valor de compartir, encontrarse y mantener vivas las tradiciones, año tras año, en el mismo lugar.