Después de una de las noches más difíciles que vivió la ciudad de Vera, en el norte santafesino, el panorama comienza a mejorar. En tan solo seis horas, un temporal dejó 420 milímetros de lluvia, colapsando el sistema pluvial y provocando anegamientos generalizados. A pesar de la magnitud del fenómeno, este miércoles se logró recuperar el 90% del funcionamiento de la ciudad, gracias a la rápida intervención de los organismos estatales y el trabajo conjunto con voluntarios.

Actualmente, hay 75 personas evacuadas que se reparten entre tres centros de alojamiento temporario, mientras otras 1.600 permanecen en sus casas pese a los daños por el ingreso de agua. El secretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo, destacó: “El 90% de la ciudad de Vera está recuperadacon una cantidad de 75 evacuados. Se trabajó durante las últimas horas con las áreas de los ministerios de Salud, de Igualdad y Desarrollo Humano y también de Obra Pública”. A su vez, Seguridad incrementó el patrullaje preventivo y en puntos fijos preestablecidos.

“El 90% de la ciudad de Vera está recuperadacon una cantidad de 75 evacuados. Se trabajó durante las últimas horas con las áreas de los ministerios de Salud, de Igualdad y Desarrollo Humano y también de Obra Pública”

“Se elaboró y distribuyó alimentos, no solamente para los evacuados, sino para 1.600 personas que quedaron en sus domicilios afectadas por el agua dentro de sus viviendas. Esto se distribuyó tanto con Bomberos Voluntarios de las regionales que han venido a prestar ayuda, como de Bomberos Zapadores de acá de Vera y de la ciudad de Santa Fe”, profundizó.

“Se elaboró y distribuyó alimentos, no solamente para los evacuados, sino para 1.600 personas que quedaron en sus domicilios afectadas por el agua dentro de sus viviendas. Esto se distribuyó tanto con Bomberos Voluntarios de las regionales que han venido a prestar ayuda, como de Bomberos Zapadores de acá de Vera y de la ciudad de Santa Fe”

El clima también dio un respiro: con el ingreso de un frente frío, la temperatura bajó y los vientos se calmaron, lo que permitió reactivar servicios y normalizar algunas actividades, entre ellas, el regreso a las clases.

Sin embargo, más allá de la recuperación visible, el temporal dejó al descubierto un problema de fondo: las deficiencias en la infraestructura hídrica de Vera.