Con herramientas, conocimiento y compromiso ambiental, estudiantes de la Escuela Técnica N.º 712 de Timbúes llevaron adelante la primera edición de una propuesta de reparación de electrodomésticos y recolección de residuos electrónicos. La iniciativa, abierta a toda la comunidad, combinó formación práctica con servicio social y cuidado del ambiente, permitiendo que vecinos accedan a arreglos económicos mientras se promueve la reutilización de componentes y la conciencia sobre el descarte responsable.

Ticiana Pelosi, Julieta Campos y Nicol García, son alumnas de sexto año de la Escuela Técnica N.º 712 de Timbúes y contaron con entusiasmo en IRÉ cómo vivieron desde adentro la primera jornada solidaria de reparación de electrodomésticos y recolección de residuos electrónicos que organizan en su institución. La iniciativa forma parte de las prácticas profesionalizantes, y convocó a la comunidad este jueves y viernes.

“Estamos acá en una jornada de reparaciones, arreglando microondas, televisores, secarropas, licuadoras. Es una experiencia increíble. Solo se cobra el costo del repuesto”, explicaron las alumnas, quienes también ofrecen controles remotos universales a precios accesibles. La propuesta apunta no solo a acercar a los vecinos a una opción económica de reparación, sino también a potenciar el aprendizaje práctico de los estudiantes, dar visibilidad a la escuela y cuidar el medio ambiente.

En ese sentimo, ampliaron: “Si el electrodoméstico no tiene arreglo, lo usamos como basura electrónica. Nos sirven muchísimo los componentes para armar otros proyectos. No se desperdicia nada, todo se reutiliza”. Las alumnas destacaron también el valor ambiental de la iniciativa, ya que permite redireccionar correctamente residuos electrónicos que muchas veces terminan descartados de manera inadecuada.

“Somos una camada muy pareja, mitad varones y mitad mujeres, y eso también nos gusta mostrar. Se puede reparar sin fuerza, con conocimiento“, remarcaron, subrayando cómo esta experiencia también rompe prejuicios sobre quiénes pueden desempeñar tareas técnicas.

“Somos una camada muy pareja, mitad varones y mitad mujeres, y eso también nos gusta mostrar. Se puede reparar sin fuerza, con conocimiento”

La jornada estuvo pensada para toda la comunidad. Los alumnos recibieron, diagnosticaron y organizaron los arreglos coordinados entre todos los integrantes del curso. En diálogo con IRÉ invitaron: “Queremos que se acerquen, que vean que sí se puede. Esta jornada nos llena de orgullo, es un paso muy importante para nosotras”.

Por último, invitaron especialmente a los chicos y chicas que están por terminar la primaria: “Está buenísimo anotarse en la técnica. Se aprende mucho, hay salida laboral y podés aplicar todo lo que ves en clase a la vida real”.

“Está buenísimo anotarse en la técnica. Se aprende mucho, hay salida laboral y podés aplicar todo lo que ves en clase a la vida real”