El intendente de Granadero Baigorria, Adrián Maglia, dispuso una medida que generó fuerte controversia: La prohibición de vender materiales de construcción a vecinos que residan en asentamientos informales. Según la normativa, los corralones y proveedores deberán chequear un listado de viviendas fiscales ocupadas sin autorización y, en caso de figurar allí, negar insumos básicos como ladrillos, arena o hierro.

El concejal opositor Adrián Milo explicó que la disposición ya se está aplicando. “Un proveedor fue interceptado por la policía cuando intentaba ingresar materiales a uno de los barrios afectados. Los comercios ya rechazan las ventas cuando la dirección coincide con una zona irregular”, detalló.

La restricción impacta en barrios como Remanso Valerio, Espinillo, Camino Muerto, Cañaveral y Virgen del Rocío, entre otros asentamientos históricos de la ciudad.

Desde sectores críticos advierten que la normativa no resuelve el problema habitacional y profundiza la desigualdad. “Después de las tormentas, muchos vecinos arreglan lo poco que tienen. Impedirles comprar cemento o ladrillos solo genera enojo y sensación de abandono”, expresó el edil opositor.