A partir del grave choque entre dos lanchas ocurrido en octubre, que dejó a un niño de 10 años internado en terapia intensiva, avanzan las gestiones para establecer alcohol cero en conductores de embarcaciones que navegan el río Paraná. El hecho encendió las alarmas entre autoridades y organizaciones vinculadas a la actividad náutica, que coinciden en la necesidad de reforzar regulaciones y controles para evitar nuevos siniestros.
En este marco, representantes de Protección Civil, Control Urbano, los ministerios provinciales de Ambiente y Seguridad, la Cámara Náutica y la Asociación de Clubes de la Costa, entre otras instituciones, mantendrán una reunión este martes en el Concejo Municipal. El encuentro busca generar un consenso sobre las acciones urgentes que deben implementarse ante el inicio de la temporada de río.
La convocatoria fue realizada por la concejala radical Anahí Schibelbein, quien consideró indispensable impulsar medidas concretas luego del siniestro del 10 de octubre. La edil remarcó la importancia de avanzar hacia controles de alcoholemia obligatorios en embarcaciones, una demanda que distintos sectores sostienen desde hace tiempo.
El objetivo central es elaborar un protocolo de intervención integral que mejore la seguridad en el río Paraná. La propuesta incluiría controles de alcohol para quienes conduzcan embarcaciones y mecanismos de coordinación entre organismos competentes, teniendo en cuenta que la jurisdicción de control sobre el río corresponde a la Prefectura Naval Argentina. La intención es definir cómo aplicar las medidas sin superposición de funciones y con resultados efectivos.
Además, durante la reunión se tratarán otros aspectos vinculados a la seguridad y el ambiente, como la prevención de quemas en las islas y los controles ambientales necesarios para la temporada de verano. Schibelbein destacó que la articulación entre el Estado y el sector privado “no se puede dilatar”, y subrayó la urgencia de establecer políticas claras para proteger a quienes disfrutan y trabajan en el río.