El domingo, dos amigos de Puerto Gaboto protagonizaron un fuerte accidente en Maciel. Kevin Maldonado resultó gravemente herido y fue trasladado de urgencia al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde tuvo que ser operado. Su mamá, Joana, recordó con emoción los momentos de incertidumbre que vivieron: “Lo que pasamos el domingo, verlo en ese estado crítico, en coma inducido, fue desgarrador. Los médicos nos dijeron que si no lo operaban de inmediato, no iba a sobrevivir”. Ahora fue derivado a un nosocomio de Rosario y sus mejoras son continuas.

El domingo pasado lo fuerte del siniestro vial preparaba a la familia con un cuadro sumamente grave, pero la situación dio un giro inesperado. A partir del lunes, la salud de Kevin comenzó a mejorar de manera asombrosa. Los médicos decidieron trasladarlo a una sala intermedia, y fue derivado por su obra social a Rosario. Su mamá en diálogo con IRE, no contuvo la emoción al anunciar la buena noticia: “Estamos felices, porque Kevin está vivo y se encuentra bien. Es un verdadero milagro. No nos movimos de su lado desde el domingo pasado en Baigorria, y hoy seguimos aquí, al pie del cañón, esperándolo”.

“Estamos felices, porque Kevin está vivo y se encuentra bien. Es un verdadero milagro. No nos movimos de su lado desde el domingo pasado en Baigorria, y hoy seguimos aquí, al pie del cañón, esperándolo”.

El amor y la comunidad unida en oración fue parte fundamental en la recuperación de Kevin. La madre agradeció todas las muestras de apoyo que se manifestaron por la salud de su hijo. La fe, su determinación y la fuerza de voluntad del adolescente también fueron clave en su proceso de recuperación. En las últimas horas el adolescente les dijo a sus papás: “Voy a poner todo de mi para seguir luchándola, soy fuerte, voy a salir”.

“Voy a poner todo de mi para seguir luchándola, soy fuerte, voy a salir”

La familia de Kevin se mostró optimista y agradecida por el milagro de tenerlo con vida. A pesar de las difíciles circunstancias, el adolescente logró vencer a la adversidad y demostrar que, con amor, fuerza y fe, es posible superar cualquier obstáculo. “Estamos felices, felices porque lo tenemos con nosotros, lo tenemos vivo y bien”, cerró Joana.