La Bajada de las Varillas, en Puerto Gaboto, fue escenario de una jornada que unió trabajo comunitario, arte y conciencia ambiental. Un grupo de vecinos, junto a pescadores y un muralista, se propuso embellecer el lugar con limpieza e intervenciones artísticas.

La actividad surgió a partir de la invitación de pescadores, quienes convocaron a ambientalistas para limpiar y pintar las heladeras de la ranchada. Mientras un grupo llegó en lancha con materiales, otros caminaron varios kilómetros para sumarse al encuentro.

Uno de los momentos más significativos fue la quema de basura recolectada, una acción que generó debate. “Es contaminante, pero quisimos mostrar cómo se maneja la basura en muchos pueblos de la región y abrir la discusión”, explicó Maxi Leo Schulz.

La experiencia también incluyó un recorrido por la costa para reconocer plantas comestibles y medicinales, además de reflexionar sobre el impacto del plástico. “Se degrada en partículas diminutas que terminamos consumiendo. Hay estudios que aseguran que ingerimos el equivalente a una tarjeta de crédito por semana”, planteó.

Con entusiasmo y compromiso, los vecinos destacaron la importancia de replicar este tipo de acciones en otras localidades costeras. “Además de mejorar el espacio, contagia conciencia y ganas de seguir”, cerró el ambientalista amante del humedal.