El amor a su profesión fue la clave para sus cuatro décadas al servicio de la enfermería en la región. Maria Del Carmen Diaz, es oriunda de Timbúes, pero además de en su pueblo se desempeño en los efectores de salud de Aldao, Gaboto, Serodino, Villa La Ribera y Pueblo Andino, donde fue pionera en llegar a la dirección en la provincia de Santa Fe. Cerró enero empezando sus vacaciones pendientes y ya tramitando su jubilación. “Mi lema siempre fue trabajar con la gente, para la salud y en el territorio”, indicó en IRE. 

No siempre fueron años ni contextos fáciles, de hecho encabezó el operativo de la pandemia al frente del centro asistencial de Pueblo Andino, que tuvo los primeros dos casos de covid 19 en la región. Pero, con una gran responsabilidad supo encontrar las maneras para combinar su pasión por el trabajo con su vida personal. “Tengo una familia hermosa con cuatro hijos, tres nietos”, fue lo primero que dijo al describirse.

En diálogo con IRE, Maria del Carmen repasó sus inicios: “Empecé mi carrera en el año 81, al principio fue difícil y la primera vez es inolvidable. Me tocó un grupo de de colegas extraordinarias. Mi primera guardia nunca me voy a olvidar que fue en maternidad y en terapia, fue tremendo. Después me tocó en clínica y pediatría, donde estuve mucho tiempo”.

Desde el 81 hasta el 86 se volcó al sector privado en el Instituto Médico Regional de San Lorenzo pero decisiones personales la llevaron a estar un tiempo lejos de la profesión: “Me casé, quedé embarazada y dejé. Hasta que me llamó la bioquímica de Timbúes, Graciela, y me dijo si podía reemplazarla porque estaba embarazada y empecé ahí unas horitas”.

Así comenzó su vuelta en los efectores de salud de la zona: “Al tiempo me volvió a llamar y me dijo que había concurso porque se jubilaba la enfermera a cargo. Me parecía imposible trabajar, mi marido estudiaba y trabajaba, tenía una bebé chiquita y me dijo: Vos presentate y nos acomodamos. A la semana empecé a trabajar en el efector y ahí me empezó mi carrera”. En ese entonces compartía la dirección con el SAMCo de Aldao, y pasaron 25 años trabajando en Timbúes con “compañeros excelentes tanto enfermeros como choferes”.

Ya en el 2013 pidió su traslado a La Ribera y le ofrecieron un reemplazo en Pueblo Andino: “Empecé y al poco tiempo me llaman para para que vaya a un congreso a Córdoba y me ofrecieron si podía ser la referente de vacunación en distintos pueblos para capacitar. Lo hice en Aldao, Andino, La Ribera, Serodino, Maciel, Gaboto; iba una vez por semana”.

Después continuó sólo en Andino hasta que le propusieron la dirección y se convirtió así en la primera enfermera en ocupar un cargo jerárquico en la provincia de Santa Fe: “Finalmente a fines del 2017 acepté a la dirección, no tengo palabras con la gente de de Andino, con mis colegas”.

Ahora, con 64 años y más de 40 años de servicio, recibió a principios de enero la resolución de su licencia: “Tengo que cumplir todas las vacaciones pendientes y compensar todos los días que tengo y después iniciar los trámites. Estoy feliz, con sensaciones encontradas porque la verdad que Andino, su gente, mis compañeros, entre todos nos ayudamos siempre”.

“Estoy feliz, con sensaciones encontradas porque la verdad que Andino, su gente, mis compañeros, entre todos nos ayudamos siempre”

Haciendo un balance de lo vivido, cerró: “Amo mi profesión, estás mucho con el paciente. Tenes muchas vivencias que ellos tienen y te transmiten lo que necesitan. Tenes tiempos de charlar: es un poco de psicóloga, un poco de mamá, un poco de profesional. Entonces vos sabes realmente las necesidades. Mi lema siempre fue trabajar en territorio. Siempre se trabaja para mejorar el bienestar de la gente.  Intenté cubrir cada necesidad y te aseguro que Andino necesita muchísimo”.

“Amo mi profesión. Mi lema siempre fue trabajar en territorio. Siempre se trabaja para mejorar el bienestar de la gente. Intenté cubrir cada necesidad y te aseguro que Andino necesita muchísimo”