El Gobierno de Santa Fe dispuso la suspensión por un año de la exportación de pescado capturado en aguas provinciales. La resolución, firmada por los ministros Enrique Estévez (Ambiente) y Gustavo Puccini (Desarrollo Productivo), establece que la medida entrará en vigencia en 30 días y tiene como objetivo preservar la fauna ictícola del río Paraná, afectada por la bajante y la presión pesquera.

La disposición prohíbe toda actividad con destino a la exportación, cualquiera sea la especie, pero permite la comercialización dentro del mercado interno. Solo podrán exportar las empresas que acrediten que el pescado proviene de la acuicultura, es decir, de criaderos controlados.

La resolución se apoya en estudios técnicos que advierten un descenso sostenido en la cantidad y tamaño de los peces. Según datos de la Evaluación Biológica y Pesquera de Especies de Interés (Ebipes), las capturas registradas en 2024 fueron 60% menores que el año anterior, con una reducción del 70% en el peso total de los ejemplares.

Los informes también remarcan que la última reproducción exitosa del sábalo, especie clave del ecosistema, ocurrió en 2015/2016. Este deterioro se vincula a la bajante histórica del Paraná, que lleva más de una década, y al aumento de la exportación durante los últimos años.

La provincia había adoptado días atrás otra medida en la misma línea: Una veda para la pesca comercial y deportiva del surubí que rige hasta diciembre de 2025. Ambas decisiones buscan reducir la presión sobre las especies y permitir la recuperación natural del río.

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