Santa Fe volvió a quedar en el centro del debate ambiental tras ubicarse como la segunda provincia con mayor cantidad de animales atropellados en rutas y caminos. El dato surge de un relevamiento de la Red Argentina de Monitoreo de Fauna Atropellada (RAMFA), que muestra un panorama complejo: la extensa red vial santafesina funciona como un corredor de alta circulación donde la fauna silvestre se enfrenta a un riesgo constante.
Entre las víctimas más frecuentes aparece el aguará guazú, una especie emblemática cuya presencia es cada vez más frágil. Catalogado como monumento natural en la provincia, especialistas advierten que la mayoría de los ejemplares hallados muertos corresponden a choques con vehículos, lo que demuestra el profundo impacto del tránsito sobre su supervivencia.
Para intentar frenar esta tendencia, el gobierno provincial empezó a avanzar con un paquete de acciones. Se proyectan Áreas de Mitigación de Atropellamiento de Fauna, nuevos pasafaunas en obras viales, además de carteles de advertencia y monitoreo con cámaras trampa para detectar zonas críticas y planificar intervenciones más precisas. La idea es que las rutas dejen de ser un punto ciego para los animales que las cruzan.
Con el aumento de circulación típico de la temporada de vacaciones, biólogos y funcionarios coinciden en un pedido puntual: Bajar la velocidad y manejar con atención. Aseguran que un pequeño cambio en la conducta al volante puede marcar la diferencia entre un viaje seguro y una muerte evitable, en un momento donde cada ejemplar cuenta para preservar la biodiversidad santafesina.

