La Provincia de Santa Fe presentó en Rosario las nuevas tobilleras duales y el sistema de monitoreo destinado a prevenir violaciones de restricciones perimetrales en casos de violencia de género. La herramienta, que demandó una inversión superior a 1,2 millón de dólares, había sido anunciada oficialmente por el gobernador Maximiliano Pullaro en la capital provincial el martes y ahora fue exhibida ante la prensa en la Estación Policial Sudoeste.

Durante la demostración, funcionarios del Ministerio de Justicia y Seguridad mostraron en funcionamiento los dispositivos y el seguimiento satelital que realiza la Central de Emergencias 911. Participaron las secretarias Georgina Orciani y Lucía Masneri, junto al director provincial de Atención de Emergencias, Pablo Polito.

Polito explicó que el sistema “consiste en dos dispositivos: Uno que porta el agresor y otro que lleva la víctima”. La particularidad es que toda la responsabilidad recae en el agresor, quien debe mantener la tobillera y el rastreador en funcionamiento de forma permanente. “Es un cambio de paradigma, porque ya no es la víctima quien debe estar pendiente de cargar la batería, revisar el aparato o advertir si el agresor incumple la restricción. Si él no mantiene la tobillera en uso, o la manipula, se constituye un incumplimiento”.

Cuando se detecta una aproximación prohibida, el sistema envía una alerta inmediata tanto a la víctima como al 911. El dispositivo que recibe la víctima, similar a un teléfono celular, le notifica la proximidad del agresor y desde la Central se activa el protocolo para resguardar su integridad.

Por el momento, la Provincia cuenta con 200 dispositivos, aunque Pullaro adelantó que podrían incorporarse más en caso de ser necesario.

Orciani destacó que esta incorporación responde a “una decisión política con un altísimo nivel presupuestario”, y señaló que Santa Fe se encamina a ser la provincia con mayor inversión en seguridad y justicia. Masneri agregó que la medida no se limita a la entrega de equipos: “Implica seguimiento, revisión y consecuencias efectivas ante los incumplimientos”.

Las tobilleras funcionan con tecnología GPS y monitoreo permanente del 911. El agresor porta una tobillera electrónica y un rastreador que permiten conocer su ubicación en tiempo real, mientras que la víctima lleva un dispositivo que la alerta si él ingresa en un radio prohibido, tanto dentro como fuera de su domicilio. La diferencia central con otros sistemas es que el Estado ya no deposita en la víctima la carga de supervisar la seguridad, sino que obliga al agresor a sostener el dispositivo en condiciones bajo riesgo de sanción.