La sentencia fue dispuesta por el juez Pablo Busaniche, luego de que se compruebe que en la madrugada del domingo 25 de febrero del año pasado los acusados dejaron una piedra en la autopista Santa Fe–Rosario, a la altura del cementerio de Santo Tomé.
Para el fiscal Omar De Pedro, “actuaron con la intención de provocar siniestros viales y luego apoderarse de los bienes de los conductores que por fuerza mayor no pudieran continuar su marcha”.
Se expuso que ambos “sabían que era altamente previsible que las personas que impactaran su vehículo contra la piedra podrían morir a causa de ello” y que, sumado al obstáculo, ese día llovía y había escasa visibilidad.
En el debate el fiscal se refirió al caso por el que llegaron a juicio, el cual describió que un hombre, que circulaba en un auto con una mujer y un niño, colisionó contra la piedra, por lo que debió maniobrar para evitar consecuencias fatales. Tras estabilizar el vehículo, constató que “una de las ruedas delanteras se rompió y el conductor descendió para cambiarla”.
En ese caso, otro vehículo, en el que viajaban una fiscal del Ministerio Público de Acusación junto con su pareja y sus dos hijas, se acercó a ayudar y fue allí cuando los condenados ““aprovecharon que los grupos familiares estaban indefensos en la banquina, los amenazaron y les sustrajeron diferentes pertenencias“.
Al respecto, detalló que, al momento del robo, tanto para intimidar a los adultos como a las víctimas menores, “usaron armas de fuego y un cuchillo”.
“A raíz del amedrentamiento, los ladrones robaron dos ruedas de auto, cuatro celulares, una caja de herramientas, cheques y dinero en efectivo, juegos de llaves, tarjetas bancarias y documentación personal, entre la que estaba la identificación oficial de la fiscal que sufrió el hecho delictivo”, enumeró De Pedro.