En diálogo con IRE, el representante de Manejo Holístico de la provincia de Santa Fe (nodo Perennia) Ing. Agrónomo, Martín Favre, sintetizó: “Todos, quienes están involucrados en la producción agropecuaria y ganadera en particular y los ciudadanos que nada tienen que ver con esa actividad, tienen que conocer las consecuencias del fuego y qué es lo que está sucediendo con nuestro ambiente, porque el ecosistema es el que nos sustenta a todos”.

“Si nuestro ecosistema no está saludable, que de hecho no lo está, está en franco deterioro y con un problema de cambio climático importante, va a ser muy poco probable que podamos tener buena calidad de vida nosotros y ni hablar del compromiso de la calidad de vida para nuestros hijos, nietos y futuras generaciones”, agregó.

Efectos negativos del uso del fuego como herramienta de transformación del ecosistema

En ese sentido, explicó que “desde que los humanos dominamos el fuego ha sido la herramienta más poderosa para transformar ambientes dentro del ecosistema, siempre basándose en el mito que tenemos integrado en nuestro marco genético de que el fuego es algo natural, pero fuegos naturales hay muy pocos”.

Y continuó: “Un fuego natural es algo accidental que sucede en determinado lugar y para que se reitere en un mismo lugar pasan tal vez miles de años, por lo tanto, no es algo que ha estado naturalmente en equilibrio dentro del ecosistema”. 

“Es una herramienta que la hemos usado para transformar los ambientes, sobre todo para remover cierta masa vegetal, que no hemos podido manejar o consumir con los animales como realmente debiera ser en el equilibrio natural y eso básicamente por las normas de manejo a la que hemos sometido a todo el ambiente los propios humanos. El fuego no es más que un síntoma de nuestra propia frustración por no poder manejar adecuadamente el ecosistema en un equilibrio natural. Tenemos que entender que si necesitamos prender fuego un lugar para restablecerlo, es porque algo no hemos hecho bien dentro del equilibrio natural”, profundizó. 

Asimismo, señaló los aspectos negativos del fuego aplicado a grandes áreas en la quema de gran cantidad de material orgánico que hace combustión. “Genera gases de efecto invernadero que emitimos a la atmósfera y aparte deja a esos terrenos totalmente desnudos y ahí aparecen otros procesos del ecosistema que se ven afectados, como la efectividad de la lluvia que es menor y esa agua genera inundaciones en otro lado”, abundó.

Indicó además que se quema mucho carbono orgánico, que es el alimento de toda la vida en el suelo y que sostiene al ecosistema funcionando. “Estamos poniendo en gases de efecto invernadero un valioso ciclo de nutrientes que tendría que estar ciclando biológicamente. Todas esas consecuencias negativas trae el uso del fuego cuando se hace a gran escala como lo estamos viendo”, lamentó.

OvershootDay o el día del Sobregiro de la Tierra

El pasado 28 de julio fue el OvershootDay, es decir, el día en que la humanidad ya consumió los recursos biológicos de 2022, por lo que a partir de ese momento empezó a subsistir con recursos “prestados”, entrando en un déficit ecológico.

“Dos tercios de la superficie, es decir, aproximadamente el 65% de las tierras del planeta corresponden a ambientes donde hay un periodo de estación marcadamente seco, que se llaman ambientes de distribución estacional de la humedad, donde el uso del fuego y sobrepastoreo los están desertificando”, señaló Favre.

Y explicó: “Esto implica que tenemos más liberación de dióxido de carbono a la atmósfera, a través del carbono orgánico de los suelos que se queman por el propio proceso de evaporación del agua y de degradación del carbono del suelo y esos son recursos que bien manejados podrían llegar a sostener más días los recursos que necesitamos para vivir”.

Refiriendo a ello enfatizó en la necesidad de tener un cambio de actitud para no consumir todos los recursos, como lo hizo Argentina en el mes de junio y el planeta entero en julio. “Consumir de forma irresponsable el agua, los alimentos y la energía es prácticamente cavar nuestra propia fosa donde nos vamos a enterrar como especie”, sentenció.

“Esto tiene que ser un llamado de atención para cambiar nuestra forma de manejarnos, sino indudablemente nosotros y las generaciones futuras vamos a vivir en un mundo más complicado”, resaltó.

Otras maneras de producir

El ingeniero agrónomo destacó al manejo holístico como una alternativa en la producción ganadera para cambiar el modo de llevarla adelante y mirar al sistema productivo de un modo más completo.

“Entendemos que el ecosistema es uno solo, integrado por varios ambientes y que todas las cosas están totalmente interrelacionadas. El fuego que hacemos en un lugar, tiene un impacto sobre ese lugar y sobre las comunidades y las personas, teniendo efectos negativos sobre lo circundante”, señaló.

A modo de ejemplo, mencionó los residuos peligrosos que se generan en cada localidad y que pueden terminar, a través del curso del agua, impactando en el ecosistema marino a miles de kilómetros de donde se generó el problema. “Es una sola casa común y tenemos que cuidarla”, manifestó.

Entonces, la propuesta del manejo holístico es, “dejar de mirar las producciones de una forma lineal donde lo único que interesa es el margen bruto que se obtiene y empezar a mirar que ese margen bruto que se obtiene por hectárea también contemplen la manera de producir y cuidar al ambiente, y de qué manera las personas que están involucradas en el proceso son respetadas, con trabajo y condiciones de vida dignas”.

“No podemos producir a costa del ambiente o a costa de las personas, tenemos un planteo que no es menos productivo o menos rentable que el que estamos aplicando, pero que sí tiene en cuenta a las otras cosas por igual”, sostuvo el especialista.

Respecto de su aplicación en las islas, indicó: “Este manejo puede aplicarse en cualquier lugar del mundo y en cualquier tipo de explotación ganadera. Se hace con pastoreos. Las islas tienen el impedimento de la infraestructura, pero se puede aplicar el mismo proceso de planificación del pastoreo para que en invierno no se tenga semejante cantidad de material combustible y que la única forma de removerlo sea el fuego. Podemos planificar el movimiento de los animales. Hay que tener conceptos claros y usar mucho la creatividad para mitigar estos efectos indeseados del manejo”.

 “Lamentablemente el humo, la contaminación y el daño a la salud que provocan cuando se dan cercanos a un conglomerado urbano, tiene como trasfondo una manera productiva y un replanteo que hay que hacerse”, sostuvo Favre.

Cabe destacar que el nodo Perennia se fundó en septiembre del 2021 y en menos de un año hay 50 establecimientos y 30 mil hectáreas que están practicando este manejo. “Casi 20 mil han instalado una línea de base donde están midiendo resultados ambientales, que es una de las importancias del manejo holístico, y que nos va a permitir aprender muchísimo cómo impacta en estos ambientes y cómo se están regenerando”, concluyó el profesional.