La provincia de Santa Fe atraviesa un escenario de creciente preocupación sanitaria tras confirmarse la tercera muerte por hantavirus en lo que va del verano. El último caso corresponde a una mujer de 40 años de la localidad de Ibarlucea, ubicada a pocos kilómetros de Rosario. La seguidilla de casos fatales, poco frecuente en tan corto período, volvió a poner en foco la circulación del virus y la necesidad de reforzar las medidas de prevención.

Especialistas remarcan que el verano es la época del año con mayor cantidad de contagios debido a la reproducción del roedor colilargo, principal transmisor de la enfermedad. La infectóloga Carolina Subirá explicó que las zonas portuarias y productivas presentan un riesgo particular, ya que la presencia de granos funciona como un fuerte atractivo para los roedores. En este contexto, los meses de noviembre, diciembre y enero concentran el pico de casos en la región.

El hantavirus se transmite a las personas a través del contacto con la saliva, la orina o la materia fecal de los roedores infectados, o por la inhalación de partículas virales suspendidas en el aire. Esta situación puede darse al limpiar viviendas, galpones o depósitos cerrados durante largos períodos. Los síntomas iniciales suelen confundirse con un cuadro gripal, pero con el correr de los días pueden evolucionar hacia un compromiso respiratorio y cardiovascular severo.

Desde el Programa Provincial de Zoonosis y Vectores recordaron que no existe vacuna ni tratamiento preventivo para la hantavirosis, por lo que la principal herramienta es la prevención. Mantener los espacios limpios y ventilados, evitar la acumulación de residuos, almacenar los alimentos en recipientes herméticos y sellar posibles accesos para roedores son algunas de las recomendaciones centrales para reducir el riesgo de exposición.

La tasa de mortalidad del hantavirus en el país alcanza aproximadamente el 40%, lo que convierte a esta enfermedad en una infección viral de alta gravedad. Por este motivo, las autoridades sanitarias insisten en la consulta médica inmediata ante la aparición de fiebre, dolores musculares intensos o dificultad respiratoria, especialmente en personas que hayan estado en contacto con zonas rurales, portuarias o ambientes cerrados con posible presencia de roedores.