La provincia de Santa Fe dio este lunes un paso histórico al dejar oficialmente constituida la Convención Reformadora de su Constitución, un proceso que se pone en marcha tras más de seis décadas sin modificaciones profundas en la Carta Magna provincial. El acto tuvo lugar en la capital santafesina, donde los convencionales elegidos en los últimos comicios prestaron juramento y asumieron el compromiso de trabajar en la redacción de una nueva Constitución que responda a los desafíos del siglo XXI.

Entre los legisladores que integran la Convención se encuentra Leo Diana, senador por el Departamento San Jerónimo, quien juró como convencional reformador y destacó la magnitud y responsabilidad del proceso. “Es un día histórico para nuestra provincia. Estamos frente a la oportunidad de construir una Carta Magna moderna, con claros valores que reflejen el potencial de Santa Fe”, expresó el dirigente.

“Es un día histórico para nuestra provincia. Estamos frente a la oportunidad de construir una Carta Magna moderna, con claros valores que reflejen el potencial de Santa Fe”

Diana subrayó que la reforma tiene origen en la voluntad popular, ya que los convencionales fueron elegidos mediante el voto ciudadano. “Esta reforma, fruto del voto popular, se basa fundamentalmente en el consenso que se genera desde el disenso, teniendo como denominador común el diálogo”, afirmó, destacando la importancia de construir acuerdos aún en medio de las diferencias políticas e ideológicas.

Uno de los objetivos centrales de esta reforma es lograr una Constitución más cercana a la sociedad y a las instituciones intermedias, capaz de reflejar las nuevas realidades políticas, económicas y sociales. En ese sentido, Diana señaló que el proyecto busca “eliminar privilegios, fortalecer y reconocer derechos, y promover nuevas herramientas que, sin dudas, revitalizan la democracia”.

La reforma constitucional es vista como una pieza clave para sentar las bases del futuro institucional y político de Santa Fe en las próximas cuatro décadas. La actual Constitución provincial data de 1962 y, según coinciden distintos sectores, presenta deficiencias y vacíos respecto de temas modernos, tales como nuevas formas de participación democrática, autonomía municipal, equidad de género, cuestiones ambientales, derechos digitales, transparencia, entre otros desafíos contemporáneos.

El inicio de la Convención Reformadora marca el comienzo de un trabajo intenso que se desarrollará durante los próximos meses, donde los convencionales deberán debatir y consensuar el texto que finalmente será sometido a la aprobación correspondiente. “Esta nueva Constitución se acerca más a la gente y a las instituciones intermedias de nuestra sociedad, a las nuevas realidades del mundo y a sus exigencias”, insistió Diana, al tiempo que llamó a construir un marco legal que acompañe el crecimiento y el desarrollo de la provincia.