Dylan Cantero, integrante del núcleo histórico de la familia asociada a Los Monos, volvió a ser blanco de un ataque a balazos este lunes por la tarde en barrio La Granada. El joven, de 21 años, recibió dos impactos de arma de fuego en el abdomen y permanece fuera de peligro el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Este hecho ocurrió apenas un mes después de que sobreviviera a otro intento de homicidio en la misma zona del sur rosarino.
El episodio tuvo lugar en Caña de Ámbar y 512, a metros del Casino City Center, donde reside gran parte de la familia Cantero. Según testimonios recogidos por la policía, desde un Peugeot 208 dispararon más de 30 balazos mientras Dylan se encontraba en la vereda de su casa junto a sus sobrinas Maite, de 12 años, y Cataleya, de 2. Un recuento preliminar detectó 33 vainas servidas en la escena del ataque.
Tras la balacera, los heridos fueron trasladados inicialmente en el taxi de un vecino al hospital Roque Sáenz Peña. Luego, Dylan fue derivado al Heca en una ambulancia escoltada por personal policial, mientras que las dos niñas, hijas de Macarena Cantero, permanecen fuera de peligro. La llegada del joven al centro de salud activó un fuerte operativo de seguridad tanto dentro como fuera del hospital, mientras era intervenido quirúrgicamente.
Este nuevo atentado se suma a una serie de hechos violentos que tuvieron como objetivo directo a Dylan Cantero durante el último año. En octubre, había recibido un disparo en la pierna en un ataque ocurrido prácticamente en el mismo lugar. Tras ser dado de alta del Heca en esa oportunidad, el hospital fue baleado horas después y en la escena dejaron una nota acusándolo de “batir la cana”. Semanas más tarde, una panadería en Oroño y Patria y una farmacia de Provincias Unidas también fueron atacadas con mensajes mafiosos dirigidos a él.
Dylan Cantero, hijo de Máximo Ariel “Viejo” Cantero y Celestina “Cele” Contreras, y hermano de Ariel “Guille” y del fallecido Claudio “Pájaro”, terminó este año de cumplir una condena unificada a tres años por integrar una asociación ilícita y por portación de arma. La seguidilla de ataques registrados en los últimos meses refuerza el hostigamiento que rodea a su figura en medio de las disputas narco entre bandas rivales.

