En medio de un amplio operativo contra el microtráfico y la violencia urbana en Rosario y Granadero Baigorria, el protagonista inesperado fue Bono, un perro detector de la Policía de Investigaciones (PDI). Durante uno de los 18 allanamientos realizados, el can señaló un botín de fútbol infantil de color negro que estaba dentro de una vivienda en Rauch al 1300.

Al revisarlo, los agentes encontraron una bolsa de nylon con un trozo compacto de marihuana que pesaba 18,9 gramos. El hallazgo se convirtió en una pieza clave dentro del secuestro de drogas y elementos vinculados a una organización delictiva dedicada al narcomenudeo, las balaceras y las amenazas.

Según fuentes policiales, Bono forma parte de la Sección Canes de la PDI, que trabajó en varios de los procedimientos junto con otros per ros entrenados como Kenzo. Su intervención permitió descubrir material que había pasado inadvertido para los efectivos en la inspección inicial.

El operativo dejó como saldo 12 detenidos, el secuestro de armas, celulares, documentación y marihuana fraccionada. Sin embargo, el momento que más llamó la atención fue el olfato preciso de Bono, que puso en evidencia cómo el narcotráfico recurre a todo tipo de escondites, incluso en objetos infantiles.