La tranquila noche del domingo para una mamá y su hija terminaron siendo una extraña escena de miedo. Un hombre golpeado y “lleno de sangre” ingresó a su casa, se sentó en la esquina de su mesa y les dijo que no se movería hasta que lo ayudaran porque estaba huyendo de la policía. “No te puedo explicar el miedo que teníamos”, confió Daiana en IRE. “Tuvimos que esperar a que llegara mi marido de trabajar y convencerlo de que se fuera, porque la policía nunca vino”, reclamó.

Todavía conmocionada por lo vivido la vecina de Oliveros contó lo sucedido en IRE: “El domingo estaba en mi casa -de Falucho y 3 de febrero – con mi hija mirando tele, cuando más o menos a las 23.30 ingresó a nuestra casa un hombre todo golpeado, lastimado y afirmando que la policía le había disparado, tenía sangre por todos lados. Llamé a la policía para que me ayudara porque estábamos muy asustadas, pero nunca vinieron”.

Mientras pensaba como resolver la situación y que su nena no estuviera en peligro, la mujer explicó: “Tuve que pedirle al hombre que abandonara mi casa, porque estaba sentado en la esquina de la mesa diciendo que no se movía hasta que llamemos al dueño de la empresa para la que el trabajaba”. Y siguió: “Tuvimos que esperar que no nos hiciera nada hasta que llegara mi marido”.

Repasando lo vivido, Daiana reclamó el accionar de las autoridades: “Una verdadera vergüenza lo desprotegidas que nos sentimos por parte de los que deberían cuidarnos. Ni un solo policía se acercó a preguntar si estábamos bien o como era la persona que ingreso a mi domicilio”. El masculino era de estatura mediana, tez morena, tenia cabello negro, pantalón de de joggins, buzo azul y zapatillas negras.

De acuerdo confirmó IRE no hubo ningún operativo esa noche, ni prófugo en el sector que pudiera corroborar la descripción del pedido de ayuda del masculino. Por lo que no descartan que haya estado fuera de sus cabales o bajo los efectos de algún estupefaciente.