La justicia volvió a darle el visto bueno a la comunidad de Oliveros en el conflicto por la apertura de Calle Corrientes, que durante más de 40 años permaneció cerrada por un privado. El fallo rechazó un amparo que pretendía frenar la obra y obliga a reconocer la traza como calle pública, fortaleciendo el derecho de los vecinos a recuperar un espacio de tránsito y recreación. La resolución judicial representa un paso clave en un litigio que aún tiene instancias pendientes, pero que ya dejó una certeza: La calle que logró convertirse en un punto de unión entre barrios y disfrute al aire libre, es de la localidad.

En diálogo con IRE, Sebastián Darrichón, abogado de la comuna de Oliveros, explicó: “Hubo un antes, un durante y un después de la apertura de Calle Corrientes. Antes estaba clausurada con una tranquera, con un uso indebido por parte de privados. Durante la gestión se hizo la presentación judicial, se ingresó con la maquinaria y empezamos a recibir acciones legales en contra. Y en el después, con la apertura ya concretada, llegó esta resolución que rechaza el amparo y ratifica que la calle pertenece a la comunidad”.

“Antes estaba clausurada con una tranquera, con un uso indebido por parte de privados. Durante la gestión se hizo la presentación judicial, se ingresó con la maquinaria y empezamos a recibir acciones legales en contra”

El letrado recordó que la traza existía en planos oficiales y que los informes de Catastro provincial y municipal coincidieron en su carácter de calle pública. “Que alguien pudiera decir que no se podía pasar era una locura, como si mañana cierran la Ruta 11. Durante años se normalizó algo que era un cierre claramente ilícito. Hoy la calle está abierta, urbanizada, con iluminación y cámaras, y es disfrutada por cientos de vecinos”, señaló Darrichón.

El abogado subrayó que el conflicto se originó en un reclamo de particulares que pretendían cobrar a la comuna por el supuesto uso de un campo. “Se llegó al punto de plantear que Oliveros debía pagar por su propia calle. La justicia lo descartó. Ahora seguimos con la última instancia, que es el reconocimiento definitivo del Tribunal de que Calle Corrientes pertenece a la comunidad”, agregó.

“Se llegó al punto de plantear que Oliveros debía pagar por su propia calle. La justicia lo descartó. Ahora seguimos con la última instancia, que es el reconocimiento definitivo del Tribunal de que Calle Corrientes pertenece a la comunidad”

Más allá de los tiempos judiciales, que siguen su curso, el fallo genera tranquilidad en la gestión comunal. “Es un preludio de lo que viene, porque los fundamentos son idénticos. Hoy la realidad material demuestra que la calle siempre existió. El puente, el maratón, las actividades familiares… todo eso hace imposible volver atrás”, concluyó Darrichón.