El Club Alba de Maciel fue escenario de una jornada tan deportiva como emotiva: El segundo torneo en homenaje a Sebastián Stier reunió a 44 parejas bochófilas provenientes de Maciel, Oliveros, Gaboto y Monje. A un año de su fallecimiento, el recuerdo de “Burrita” sigue más vivo que nunca en la comunidad, que se volcó masivamente para rendirle tributo en el deporte que lo apasionaba. Y como extra el campeón fue el equipo de Echi Bustos, mejor amigo y organizador del evento: “Jugamos con el corazón. Fue una emoción total, hasta las lágrimas”, confió en IRÉ.
El certamen entregó trofeos y medallas a los tres primeros puestos, además de un reconocimiento especial a la familia de Seba. El 100% de lo recaudado se destinó a premios, consolidando la idea de un torneo pensado desde la amistad y el compañerismo.
Los ganadores y un recuerdo imborrable
El primer lugar fue para Martín Trevisan y Ezequiel Bustos, quienes se consagraron campeones en una final de alto nivel. El segundo puesto quedó en manos de Damian Chudas y Manzana, mientras que el tercer lugar fue para Marcelo Varas y Viky.
En diálogo con IRE, Ezequiel Bustos, compañero de equipo y mejor amigo de Sebastián, expresó la emoción que significó levantar el trofeo: “Es un recordatorio para él, donde tengo la suerte de que se junta mucha gente bochófila. Este torneo es muy especial para mí, porque Sebastián fue mi mejor amigo y compañero en todos los torneos que realizamos”.
“Es un recordatorio para él. Este torneo es muy especial para mí, porque Sebastián fue mi mejor amigo y compañero en todos los torneos que realizamos”
La jornada superó todas las expectativas con una asistencia multitudinaria. “Muy orgulloso de que la gente lo recuerde, todos vinieron por el homenaje. No es fácil convocar 44 parejas, voy a muchos torneos y nunca vi tanta gente”, remarcó Bustos.
El bochófilo destacó también el apoyo recibido: “Estoy muy agradecido a Martín Trevisan, que me ayudó y donó las medallas y trofeo. Al Club Alba por prestarme las canchas, a Milton Méndez por las de Oliveros, a Landuchi y Pulga en Gaboto y al Club San Julián de Monje. Sin ellos esto no hubiera sido posible”.
Jugar con el corazón
El recuerdo de “Burrita” estuvo presente en cada jugada y en la emoción de los campeones. “Creo que me merecía el triunfo, que desde arriba me iluminó. Jugamos con el corazón, sé que tengo un compañero que está entre los mejores del país y siempre me elige para que mis locuras se hagan realidad. Fue una emoción total, hasta las lágrimas”, confesó Bustos conmovido.
“Jugamos con el corazón. Fue una emoción total, hasta las lágrimas”
El torneo en homenaje a Sebastián Stier no solo fue una competencia deportiva, sino una verdadera celebración de la amistad, la memoria y la pasión por un deporte que, aunque se apaga en algunos clubes, sigue vivo en cada encuentro que lo recuerda.