Finalmente hubo una nueva resolución que avala la sentencia apelada “absolviendo a Pablo Curto a razón de la vulneración del derecho del mismo a ser juzgado dentro del plazo razonable”. Lo que según indican desde la comuna “no descarta su culpabilidad, sino que visibiliza la lentitud de los procesos penales”. 

En 2013 el presidente de la comuna de Oliveros, Martín Calori, presentó una denuncia por el faltante de un valor de la oficina de $4003.89 que iba a ser destinado a la compra de medidores. Luego, el cheque fue depositado en la cuenta del entonces empleado de la oficina, Pablo Curto, quien fue acusado por malversar esos fondos, más allá de que lo devolviera ante escribano público tiempo después. 

El litigio legal avanzó durante largos años, convocando a funcionarios, trabajadores e integrantes de la comisión directiva de entonces. Cada uno expuso su visión de lo sucedido. Situación que dejó además una disputa visible en ambas partes del litigio. 

Esta semana, los jueces Ivaldi Artacho, Lurati y Hernandez confirmaron la sentencia de absolución a Pablo Curto, denegando la apelación impuesta por la comuna de Oliveros, quienes se constituyeron como querellantes, haciendo hincapié en “la vulneración del derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable”. 

El abogado que representa al organismo público detalló: “Es necesario aclarar que no determina que Curto no es absuelto por su no cumpabilidad o por haberse encontrado evidencias o pruebas suficientes del tipo pensal, sino que es absuelto por el excesivo tiempo de la contienda procesal penal”. Y culminó: “La lentitud del proceso penal, situación ajena a la voluntad de esta comuna, ha beneficiado a Curto”.