El lunes un grupo de niños estaba jugando en la tradicional plaza centrica de Oliveros, frente a la escuela primaria, cuando uno de los troncos que oficiaba de baranda se corrió y un pequeño se precipitó de una “altura considerable”. La suficiente para que deban practicarle dos cirugías para reconstruirle el hueso de su brazo. Su mama reclamó: “Ojalá puedan hacer algo”. 

Pamela, es la madre del pequeño de 12 años que sufrió el accidente el lunes a la tardecita y decidió hacer público lo sucedido visibilizando la falta de mantenimiento y de acompañamiento que atravesaron. Sobre todo con el propósito de que “ningún niño más tenga que pasar por lo que tuvo que pasar mi hijo”.

El lunes pasado, alrededor de las 20 horas, un grupo de menores estaba jugando en la Plazoleta, en el juego central de palos. Y según narró la mamá: “Subiendo la rampa de madera mi hijo le cedió el paso a una nena para que ella pueda pasar, para no caerse se apoyó en la baranda de palo. Pero al no tener el mantenimiento correspondiente cedió”.

En consecuencia, ahondó la mujer “Eso hizo que mi hijo se caiga al piso de una altura considerable, la suficiente para generale una fractura con huesos desplazados y superpuestos”.

Luego de días de angustia y tratamientos médicos, la vecina decidió hacerlo público ya que volvieron a su casa después de “dos cirugía para reconstruir el hueso”. Y reflexionó: “Sé que el proceso va a ser largo y la verdad que si el esta bien nosotros también”.

Pero, el enojo le volvió cuando pasó por el lugar del accidente: “Hoy volví a pasar por esa plaza y la verdad no fueron capaz ni de sacar el palo. No quiero rezar para que no le pase a otro niño, por eso elijo contarlo y pedirles que se preocupen para los chicos tengan un lugar seguro para jugar”.

Y cerró: “También quiero aclarar que desde la comuna nadie se comunico para saber el estado de mi hijo. Ojalá puedan hacer algo”.