El lunes pasado, la Policía de Investigaciones detuvo a Pablo Ibáñez, de 30 años, acusado de participar en el asalto y crimen de Lucas Cicarelli, un joven que murió mientras se resistía a un robo en la costanera central de Rosario. Según confirmaron fuentes judiciales, Ibáñez fue considerado inimputable por un médico forense, al determinarse que no comprendía la criminalidad de sus actos, y quedó bajo custodia de una junta médica.
El caso generó fuerte repercusión no sólo por la violencia del hecho, sino también por el extenso historial del sospechoso: Ibáñez fue detenido 14 veces en el último año, por hechos de robo, amenazas y agresiones. Entre esas detenciones figura una que lo vincula directamente con la región: El 29 de abril de 2025, habría sido denunciado por amenazar a personal médico en Oliveros, mientras estaba internado por problemas de salud mental.
El hecho que terminó con la vida de Cicarelli ocurrió el domingo 19 de octubre. El joven, estaba junto a su novia compartiendo un jugo cuando fue abordado por dos hombres que intentaron robarle. En medio del forcejeo, uno de ellos lo empujó y Cicarelli cayó por la barranca, muriendo casi en el acto. El caso conmocionó a la ciudad y generó una fuerte reacción social en reclamo de justicia y seguridad.
Tras una intensa investigación, la División Homicidios de la Policía de Investigaciones logró detener a los dos sospechosos en distintos operativos. Ibáñez, uno de ellos, fue señalado como quien portaba el arma de fuego. Por disposición judicial, quedó bajo evaluación médica y a resguardo de la junta que determinará los próximos pasos del proceso.