El Senado de la Nación convirtió en ley el Presupuesto 2026, impulsado por el Gobierno nacional. Desde el oficialismo celebraron la sanción y remarcaron que se trata del primer presupuesto sin déficit fiscal en décadas, con superávit tanto primario como financiero.

El proyecto establece un crecimiento económico del 5%, una inflación anual estimada en 10,1% y un dólar proyectado en $1.423 para diciembre de 2026. En el plano fiscal, prevé un superávit primario del 1,5% del PBI y un resultado financiero positivo del 0,2%.

Entre los principales puntos del Presupuesto se destacan las partidas destinadas a áreas sensibles. Se asignan $4,8 billones a las universidades nacionales, mientras que el gasto en jubilaciones aumentará un 5%, en Salud un 17% y en Educación un 8%. El Gobierno sostuvo que estas cifras forman parte de una estrategia de equilibrio fiscal y orden macroeconómico.

Uno de los capítulos que generó mayor debate es el referido a educación, ciencia y defensa. La ley elimina los pisos mínimos obligatorios de financiamiento, como la meta del 6% del PBI para educación y el esquema de aumento progresivo de fondos para ciencia y tecnología. También se dejan sin efecto partidas automáticas para la educación técnica y el Fondo Nacional de la Defensa.

En cuanto a las universidades, si bien se confirman los fondos previstos, se incorporan nuevos requisitos de control. Las casas de estudio deberán rendir información detallada sobre el uso de los recursos, y el Estado podrá interrumpir las transferencias si no se cumple con esos pedidos a partir del ejercicio fiscal 2026.