El Gobierno nacional oficializó este martes la designación de Carolina Píparo como integrante del directorio del Banco de la Nación Argentina. El nombramiento fue publicado en el Boletín Oficial a través del Decreto 907/2025, firmado por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, y se produce tras la renuncia de Rodolfo Carvajal, efectiva desde el pasado 10 de diciembre.
La incorporación de Píparo se da en un contexto de cambios en la conducción de la entidad financiera. En paralelo, mediante el Decreto 903/2025, el Ejecutivo designó a Darío Wasserman como nuevo presidente del Banco Nación, cargo que asumió tras la salida de Daniel Tillard. Wasserman, quien se desempeñaba como vicepresidente hasta el 17 de diciembre, es considerado un dirigente de extrema confianza del entorno presidencial y mantiene un vínculo directo con Karina Milei.
La salida de Tillard, quien había llegado al banco al inicio de la gestión libertaria, se venía anticipando en los últimos meses ante la pérdida de respaldo político dentro del Gobierno. Su renuncia fue comunicada al ministro Caputo y formalizada posteriormente en el Boletín Oficial, dando lugar a una nueva etapa en la conducción de una de las entidades financieras más importantes del país.
Por su parte, Carolina Píparo había presentado su renuncia a la Cámara de Diputados a comienzos de diciembre, pocos días antes de finalizar su mandato, lo que alimentó las versiones sobre su desembarco en el Banco Nación. Su relación con el presidente Milei atravesó distintos momentos de tensión y acercamiento, desde su llegada al Congreso junto a José Luis Espert hasta su posterior alineamiento con el oficialismo tras las elecciones de 2023.
A lo largo del último año, Píparo protagonizó cruces con el Gobierno, votaciones controvertidas y un distanciamiento público que incluyó críticas en redes sociales. Sin embargo, en septiembre retomó su vínculo con el bloque libertario tras acompañar al Ejecutivo en una votación clave vinculada al sistema jubilatorio. Su designación en el directorio del Banco Nación confirma su reincorporación al esquema de poder del oficialismo y refuerza la influencia del círculo cercano al Presidente en áreas estratégicas del Estado.