Ayer, el Gobierno Nacional sorprendió al anunciar el fin del programa Procrear, una de las iniciativas más significativas en términos de políticas de vivienda durante los últimos años. El anuncio fue hecho por el portavoz presidencial, Manuel Adorni, a través de su cuenta en la red social X (anteriormente conocida como Twitter), donde precisó que “el plan Procrear tal y como lo conocemos dejará de existir”. Esta medida pone fin a un programa que, desde su lanzamiento, permitió a miles de argentinos acceder a créditos para la compra de viviendas, la construcción de casas propias y la mejora de las condiciones habitacionales.
Procrear, que fue un pilar del kirchnerismo durante la gestión de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, otorgó más de 500.000 créditos hipotecarios a lo largo de su existencia. El programa estaba destinado a aquellos ciudadanos de clase media y baja que no podían acceder al sistema tradicional de crédito hipotecario debido a los altos requisitos y tasas de interés. Con su cierre, el Gobierno deja atrás un programa que, aunque criticado por algunos sectores, fue muy bien recibido por otros, especialmente aquellos que vieron en él una oportunidad para mejorar su calidad de vida.
A través de su anuncio, Adorni también destacó que, a partir de ahora, se permitirán “hipotecas divisibles” para proyectos inmobiliarios en desarrollo. Esta nueva medida busca flexibilizar el acceso a la propiedad y abrir nuevas posibilidades para los desarrolladores inmobiliarios, permitiendo la venta de fracciones de propiedades, lo que podría fomentar la construcción de más viviendas
El cierre de Procrear se produce en un contexto económico complicado, en el que la inflación, la devaluación del peso y el aumento de las tasas de interés generaron serias dificultades para los argentinos que intentan acceder a un crédito hipotecario. Aunque el Gobierno no especificó qué tipo de políticas reemplazarán a Procrear.
Fuentes cercanas al Ministerio de Economía también confirmaron que aún existen aproximadamente 17.000 viviendas Procrear que no fueron finalizadas, lo que genera un nuevo dilema para el Ejecutivo. La intención del Gobierno sería subastar estas propiedades.