La familia y amigos de Yanina y Wanda, las dos mujeres de Maciel que perdieron la vida en un trágico siniestro vial sobre la Ruta 11, realizaron este fin de semana un acto de memoria silencioso pero profundo: La pintada de estrellas amarillas en el punto exacto donde ocurrió el choque. Más que un acto simbólico, la intervención busca transformar la ausencia en un llamado urgente a la responsabilidad vial.
La expresión tuvo un fuerte impacto en la comunidad local, que sigue atravesada por el recuerdo del accidente que se cobró dos vidas y dejó sobreviviente a un bebé que, milagrosamente, logró recuperarse.
Un símbolo que habla por quienes ya no pueden
Las estrellas amarillas se han convertido en una marca reconocible en rutas de todo el país. Se pintan para señalar el lugar donde ocurrió un siniestro fatal, pero también para advertir: Cada estrella es una vida perdida, pero también un pedido para evitar nuevas tragedias.
En este caso, el gesto fue impulsado por familiares de Yanina y Wanda, quienes eligieron mantener viva su memoria de una forma que trasciende lo íntimo. La comunidad de Maciel acompañó con cercanía y respeto, entendiendo que no se trata solo del recuerdo, sino de un mensaje dirigido a todos los conductores que transitan la ruta diariamente.
El accidente que marcó a Maciel
Yanina, de 46 años, y su hija Wanda, de 17, fallecieron tras el choque entre el auto en el que viajaban y un camión. El siniestro ocurrió en un tramo de la Ruta 11 que suele registrar un intenso flujo de tránsito y que en reiteradas oportunidades ha sido señalado por su peligrosidad. El bebé que viajaba con ellas, hijo de Wanda, sobrevivió y evolucionó favorablemente tras estar internado.
Memoria, pedido de justicia y prevención
En la pintada no hubo discursos ni autoridades. Tampoco banderas. Solo familia, amigos y vecinos que se acercaron de forma espontánea. Pero el gesto, aun sin palabras, transmitió un mensaje claro: Que la muerte de Yanina y Wanda no quede solo en una estadística.
Quienes participaron remarcaron la importancia de que estos recordatorios permanezcan visibles para que cada conductor reduzca la velocidad, preste atención y tome conciencia del riesgo real que implica manejar con descuido.
Una ruta cargada de historias
La Ruta 11 es uno de los corredores más transitados de la región y acumula episodios trágicos que han impulsado numerosos reclamos por mejoras en infraestructura, controles y señalización. Cada estrella amarilla que aparece sobre su asfalto se suma a una trama dolorosa pero también movilizadora, que empuja a repensar cómo se circula y qué políticas se necesitan para evitar más víctimas.
Un mensaje que queda
La pintada de este fin de semana no fue una ceremonia formal. Fue, más bien, un acto íntimo y comunitario que resignifica un lugar marcado por la tragedia. Cada vez que alguien pase por allí, verá las estrellas y entenderá que detrás de ellas hay una historia, una familia y un pedido: Que nadie más tenga que pintar otra.

