Merry López, vecina de Maciel, volvió a vivir una experiencia única en el cicloturismo nacional de Miramar de Ansenuza, evento al que asiste casi todos los años y que reúne a cientos de participantes de todo el país. “Lo describo como un sueño hecho realidad”, resumió al contar cómo se enteró nuevamente de la convocatoria a través de la página oficial del encuentro en Facebook. Desde allí tomó contacto con uno de los organizadores, “el que estuvo desde el día cero al pie del cañón”, recordó.
Participar no fue solo una actividad deportiva: Fue un orgullo profundo para ella representar a su pueblo y a la provincia en un evento que contó con más de 600 ciclistas. Y esta edición fue especialmente desafiante. “El recorrido fue exigente porque tuvimos muchos senderos, y acá no estamos acostumbrados. Además nos jugó en contra la tormenta y el viento”, relató para IRÉ.
A los 11 kilómetros, un imprevisto casi la deja afuera: Pinchó las dos cubiertas de la bicicleta al mismo tiempo. “Creí que ahí terminaba mi recorrido”, confesó. Pero no se rindió. Con ayuda y determinación, logró continuar y terminar la travesía.
El momento de cruzar la meta la dejó sin palabras. “Fue una sensación única, una mezcla de emociones y sentimientos encontrados. Una superación propia y el saber que todo lo que me propongo lo logro”, expresó. Y dejó un mensaje que la acompaña siempre: “Lo bueno siempre tarda en llegar, pero nunca hay que bajar los brazos ni dejar de soñar”.
Merry viajó acompañada por una amiga, y al llegar se llevó una sorpresa: Sse encontró con dos personas más de Maciel que tampoco sabían que participarían, lo que volvió la experiencia todavía más especial.
“Felicidad”, dijo al resumir lo que significó para ella este nuevo desafío cumplido.

