La muerte de Vika, una perrita que vivía en familia en Totoras, volvió a encender el debate sobre el uso de pirotecnia en la ciudad. La noche del 24 de diciembre, asustada y desorientada por los estruendos, se escapó de su casa. Tras varios días de búsqueda desesperada, su familia la encontró muerta sobre la Ruta 34.
“No fue un accidente. Fue pirotecnia”, expresaron con dolor.
La pirotecnia está prohibida en Totoras
En Totoras rige una ordenanza que prohíbe el uso de pirotecnia, con el objetivo de cuidar la salud y la convivencia. Sin embargo, cada año se repiten los mismos episodios, con consecuencias que van mucho más allá de “un rato de festejo”.
Lo ocurrido con Vika no es un hecho aislado: es el resultado directo de una práctica que genera pánico, desorientación y daños irreversibles.
A quiénes afecta el uso de pirotecnia
Los estruendos impactan de forma directa en distintos sectores de la comunidad:
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Animales: Perros y gatos pueden entrar en pánico, escaparse, lastimarse o morir por estrés. Las aves se desorientan y caen.
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Personas mayores: El ruido puede provocar crisis cardíacas, ansiedad o descompensaciones.
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Niños y niñas con autismo: Los sonidos fuertes pueden desencadenar crisis severas y sufrimiento real.
En este caso, una vida se perdió. Y otras tantas resultaron afectadas.
El mensaje del dueño de Vika
Tras días de búsqueda, el dueño de la perrita publicó un texto que conmovió y abrió una reflexión más profunda sobre la sociedad actual:
“En los cinco días en que buscamos a Vika recorrimos toda la ciudad y vimos dos realidades que conviven sin tocarse: Familias viviendo en la precariedad y, a pocas cuadras, bares llenos de gente disfrutando sin mirar alrededor. La empatía por la vida ajena se diluye. Nuestra sociedad está rota: cada uno mira su propio ombligo”.
Un pedido que vuelve a repetirse
Desde distintos sectores insisten en que no se trata de prohibir la alegría, sino de celebrar sin causar daño.
Cumplir la ordenanza es obligatorio. Respetarla es un acto de convivencia. Cuidar a los animales, a las personas mayores y a las infancias también es cuidar a Totoras.
La familia de Vika pidió transformar el dolor en conciencia, para que ninguna otra vida se pierda por los mismos motivos.

