Siniestro: Que está hecho con perversidad o mala intención. Definición ajustada a la realidad sonante de las últimas semanas. Los investigados son los que señalan inmoralidades, y exigen la ley. Es increíble, pero real.

En los últimos días muchos se solidarizaron, muchos otros se mostraron perturbados por la magnitud de la ignorancia y otros me miraron intrigados. Puedo mirar a los ojos, puedo caminar tranquila, y sobre todo puedo pedir explicaciones porque me quedé, me preocupé y me ocupé de lo que nos pasa. No hay verdades absolutas, y seguro hay errores, pero no hay mala voluntad. No hay venganza, ni vanidad.

Sobre la infamia de crear una escena de un problema real como el bullying cuestioné mucho tener que responder. No me entra en la cabeza. No sólo vi personas sufrir, pasarla mal, pedir a gritos respuestas. Sino que además me comprometí con ellas a acompañarlas, a darles voz, a golpear puertas.

Sólo quien concibe una barbaridad tal como posible, puede creer que otro la haría. Esto, a mi en persona, no me habla más que de quienes lo inventaron. “Lo que Juan dice de Pedro, dice más de Juan que de Pedro”.

Quienes eligen repetir un discurso malvado y sin corazon tengo dos concepciones. Tienen los mismos parametros perversos, la poca sensibilidad para con el de al lado, el esconder debajo de la alfombra, el no hacerse cargo, el hechar culpas. Y, peor aún, quienes explican con un plan tan pobre la inacción.

No peco de moralista, sabía que volver a Oliveros en algún momento me iba a condicionar. No pido ningún reconocimiento, porque elijo quedarme porque amo este lugar. No soy candidata. No vivo de la política. No soy ñoqui de ningún legislador.

Salgo y peleo por una región mejor. Siento propias las luchas, sonrio con los logros de otros y me angustio con la necesidad. No soy una martir, ni pretendo serlo. Pero soy genuina, tengo valores, y de a poco voy entendiendo que muchos de los que les molestamos son los que prefieren un sistema para pocos.

Perdón, elegí quedarme. Perdón, lucho por un lugar mejor. Perdón por tocar tus intereses retorcidos. Perdón, no soy como vos.